La propietaria de una clínica veterinaria en la localidad granadina de Peligros ha sido detenida por un presunto delito de intrusismo profesional y también por maltrato a los animales domésticos en su establecimiento. En la investigación llevada a cabo durante los últimos tres meses, también ha sido detenido el veterinario que trabajaba en el establecimiento. Entre otras prácticas, arrancaban mechones de pelo a los animales ingresados en la clínica para comprobar si tenían reflejos durante las intervenciones quirúrgicas con anestesia.