Las élites políticas del estado, tanto centralistas como nacionalistas, llevan años promoviendo el enfrentamiento social para, entre bambalinas, mantener sus privilegios intactos. Por eso, por ejemplo, a día de hoy sólo un hijo de los Pujol ha sido condenado, y ya hace un tiempo que sale a la calle con permiso de trabajo; por eso Urdangarin disfruta de los mismos o mejores tratos de favor. Esta ejemplar cleptocracia es insostenible sin su simbiosis p …