Un día, cuando se hagan tesis doctorales sobre estos últimos años, nuestros descendientes alucinarán en colores con la relación entre medios de comunicación y política en España. ¿Quién no recuerda, con un deje de nostalgia, los innovadores titulares de los últimos cuatro años referidos al Ayuntamiento de Madrid ? Como un mantra, día tras días, asistíamos a "El ayuntamiento de Carmena" seguido de un verbo normalmente asociado a algo semidelictivo ("perpetra", "mancilla", "ultraja", "regala", "enchufa"), culminando con una acusación que, invariablemente, no tenía después ningún recorrido judicial. Ahora que, por motivos más allá del entendimiento humano, de pronto nuestros medios de comunicación han recuperado la ecuanimidad y diría que incluso el cariño hacia la figura del nuevo alcalde de Madrid, merece la pena rendir un sentido homenaje a una de las profesionales que más han destacado en la creación y apogeo de dicho subgénero literario: les presento a Tatiana G. Rivas.
Tatiana es periodista y, como tal, ha ejercido en el ABC. Durante los últimos años, intrépidamente, ha cubierto las noticias relativas a Madrid y, en particular, a todo aquello relacionado con el ayuntamiento. Digo "intrépidamente" con todo el peso de la palabra, porque la cantidad de tropelías, despilfarros, infracciones y delitos que ha publicado en estos últimos cuatro años le harían acreedora del Pulitzer. Es que ni en los años duros de las guerras de Mafia en Sicilia o en la era de esplendor de la, ejem, contabilidad creativa del mismo PP en Madrid, los (sufridos) lectores no asistimos a siquiera una décima parte del despliegue investigativo llevado a cabo por Tatiana. Porque Tatiana investiga, ojo. Que algún malpensado podría insinuar que la falta de testimonios, documentos o aunque solo sea filtraciones policiales en sus artículos implican que se inventaba las cosas y no es así. Tatiana investiga y denuncia y si luego los peritos judiciales cerraban el caso desmintiendo radicalmente lo que ella había llevado a portada del ABC es porque el poder judicial está trufado de rojos, no en vano Carmena fue jueza en el Supremo y, ya se sabe, los criminales se protegen entre ellos.
Cuando Almeida ganó la alcaldía de la capital (enhorabuena a los premiados) no pude por menos que sentir un inmenso alivio por Tatiana. Ahora, por fin, podría descansar porque eso del periodismo de HIMBESTIGACIÓN debe cansar lo suyo, sacando ahí semana sí y semana también el escándalo carménico de turno. Y vaya si descansará: en un preclaro ejemplo de las impolutas prácticas profesionales que distinguen al periodismo y la política en este nuestro país, Tatiana G. Rivas ya no trabaja más en ABC. Ha sido contratada como asesora de prensa del ayuntamiento de Madrid por el Partido Popular (imagino que como garantía de que los vecinos recibiremos una información precisa y veraz). Y como recompensa a su ímprobo esfuerzo durante los años anteriores, entra con un nivel 28, el máximo en la administración -mientras que sus equivalentes en la época oscura del carmenismo moscovita estaban en un nivel 24). Tatiana pasa a cobrar unos 60.000 euros anuales, porque si algo sabemos hacer en España es pagar bien los favores recibidos. Que se inventase escándalos de corrupción con Bicimad que luego resultaron no ser tales parece que, gracias a dios, no ha afectado en lo más mínimo su credibilidad y ahí estamos nosotros, los alegres contribuyentes, apoquinando de nuestros impuestos su bien merecido salario mensual: bien hecho, Tatiana.
Edit: Si el caso de Tatiana les parece, como mínimo, poco elegante, es que no conocen el de la sin par periodista de La Razón Nuria Platón, que se tiró cuatro años azotando a Carmena con un gusto y una intensidad admirables y ahora ha sido contratada como asesora de prensa en la Consejería de Transportes, porque lo mismo de ética no vamos muy sobrados, pero de engrase para puertas giratorias que no falte.