Hoy se ha publicado este artículo, en el que un meneante se despide, como tantos otros. Pero lo particular es que se ha ido sin culpar a Menéame, a los admins o a la falta de asimilación de la lactosa, sino haciendo un examen de conciencia y descubriendo que no le gusta la persona que es, en ocasiones, hablando por aquí.
Lo he meneado porque siento lo mismo; y muchos, en los comentarios, estamos de acuerdo: somos personas cordiales y agradables en nuestro ámbito cotidiano y aquí nos convertimos en gente cabreada y arisca.
Y no nos gusta.
Así que me comprometo a un reto con un decálogo, como experimento social. Y lo dejo por aquí por si alguien quiere unirse. La duración será de un mes a partir de hoy, 25 de mayo de 2021, y tiene las siguientes reglas:
1- Se partirá siempre de la base de que el interlocutor es una buena persona con inteligencia, por lo menos, en la media.
2- Aunque decir “En mi opinión…” es casi un pleonasmo en debates, ayuda a suavizar un mensaje y es una norma de cortesía que solemos utilizar en persona. Hay un mundo entre “Estás muy equivocado” y “Creo que estás muy equivocado”.
3- Antes de responder, es obligatorio hacerse la imagen mental de una persona física a la que estamos respondiendo, e imaginar que decimos eso de viva voz a un desconocido en un foro presencial.
4- No se emplearán términos que, si bien no tienen por qué ser ofensivos per se, ya generan una línea y una etiqueta que condiciona el resto de la conversación. (Progre, podemita, voxemita, feminazi, machirulo, facha, rojo, esas cosas)
5- De la misma forma, aunque las ideas son (y deben ser) objeto de críticas y nadie debe sentirse ofendido por insultarlas, se empleará cortesía también para con ellas. “Vaya gilipollez has dicho / Creo que no has pensado bien lo que dices / Estoy muy en desacuerdo con lo que dices”
6- No podrá votarse negativo un comentario, aunque vulnere las normas del sitio. A cambio, se responderá explicando, de forma cortés, por qué se está en desacuerdo y por qué le pondría un negativo.
7- Si ves que alguien dice lo que crees que es una barbaridad, partirás de la presunción, siempre, de que parte de la ignorancia no culpable y no de la manipulación deliberada.
8- No votarás positivo a comentarios de aquellos que, participen o no en el reto, incumplan estas normas.
9- Reconocerás cuándo alguien tiene razón, aunque sea parcialmente, y se lo harás saber al principio del comentario, aunque disientas en la otra parte: “No estoy de acuerdo con la mayoría de lo que dices pero con esto, en concreto, creo que tienes razón”
10- En caso de, por costumbre, hayas vulnerado alguna de estas normas, responderás al comentario que provocó tu incumplimiento y pedirás disculpas.
Y esto sería todo. Quiero ver cómo me tomo esta comunidad si comienzo a aplicar unas normas de cortesía que, pensándolo bien, aplicamos casi todos en nuestro día a día real. Estoy convencido de que parte del pesimismo con el que veo esto deriva del pesimismo con el que yo me veo cuando me encabrono por algo que olvidaré dentro de minutos.
Esto no es censura, ni comeflorismo, ni rancias normas de conducta del siglo pasado. Tampoco es algo naïf, cambiemos el mundo, seamos majos y chupémonos los nardos en unidad y armonía. Simplemente, quiero ver si el “problema de Menéame” es el propio Menéame o soy yo. Una última oportunidad completamente voluntaria.
Quien quiera, que se una y lo deje en los comentarios como compromiso contractual público, y quien no, que lo goce a su manera. Ya os iremos diciendo qué tal se ven las cosas de esta forma.