Parece que la frase del título se ha convertido en eslogan en Occidente para hablar de los rusos. Fuera de que sea cierta o no, que no me lo parece, creo que es necesario denunciar el uso de una propaganda tan floja y tan peligrosa, tendente sólo a pedir más violencia.
En el catálogo de recursos de la propaganda militar, es bastante viejo y bastante obvio decir que el enemigo está frustrado, que todo va más despacio de lo que se esperaba y que los nuestros resisten contra todo pronóstico. Se trata de erosionar la moral del adversario y estimular la propia. Hasta ahí, todo según el guión, y de eso ibas Numancia, Sagunto y Massada. Ahí teneís a todo un ejército romano, impotente ante el coraje de un puñado de valientes, que bla, bla, bla... De eso iba también la salvaje defensa de Breslau o la de Leningrado, o Iwo Jima, etc...
Lo que ocurre, y hay que tenerlo en cuenta, es que cuando se emplea o se jalea esta técnica, se trata de también de incitar al adversario a utilizar más violencia, utilizarla de forma más intensiva, y en el caso de asedio a ciudades, se trata de inducir al asaltante a asesinar más población civil.
La clase de propaganada que aceptamos o que damos por buena también es determinante, y mucho, en el modo en que se desarrollan los acontecimientos. Si alentamos ese tipo de argumentos, nos estamos poniendo del lado de los que quieren más fuego, más sangre y más destrucción. Nos ponemos de parte de los que parecen meter prisa, como si dijeran: "¡Mira oye, no eres tan fuerte porque tu enemigo aún respira!"
¿Os imaginais eso en un combate de boxeo? Oye, que estamos en el primer asalto y el otro aún respira. Fuese cual fuese la relación de fuerzas entre los dos púgiles, esa frase sería igualmente inaceoptable. Y con razón.
Pues en esta guerra, que lamentablemente va para más que una semana, se están dando demasiado a menudo reacciones de ese tipo.
Un poco de prudencia, por favor, que nio estamos en un videojuego.