La historia me pilló fuera, y llevo un par de días con mucho curro, así que he dejado el artículo para el martes a estas horas de mierda.
¿Qué puñetas pasó con el conato de rebelión de Prigozhin y sus wagnerianos? Para mí han pasado varias cosas, algunas obvias y otras no tanto.
Lo primero, que al chalado del Prigozhin se le fue la pinza a lo bestia, sintió que no se le daba a él y a los suyos el debido reconocimiento por sus éxitos en el frente y decidió que de ninguna manera iba a ser uno más. Que no se había comido lo peor de la guerra para simplemente ser uno más. No le salía de los huevos y tenía capital moral de sobra para demostrarlo. Y lo demostró.
En ese concurso de medirse las pollas, demostró tenerla más larga o más gorda que Putin. Y demostró que tenía apoyos y que su nombre infundía respeto, porque las tropas encargadas de salirle al paso, poco menos que le ponían la alfombra roja. Hizo lo que el salió de los huevos y llegó hasta donde quiso, tomando prácticamente Rostov y Voronezh. Con menos de diez mil hombres. Hasta que, vete a saber por qué, entró en razón y mandó a los suyos volver a sus cuarteles aceptando para él mismo un extrañísimo exilio en Bielorrusia.
Y ahora, la consecuencias y las reflexiones.
- ¿No os suena esto a la jugada del Campechano con el 23F? Llamadme loco, pero coño, vaya que si huele un poco a eso.
- Se ha demostrado que el poder de Putin no es ni tan enorme ni tan monolítico. Si una banda de taraos salidos de Piratas del Caribe acojonan a medio país, vaya potencia de mierda. Y si encima la gente les aplaude, pues a Putin le tienen que temblar las canillas, como mínimo.
- Occidente y la OTAN estaban también acojonados. Casi se escuchaba a voces aquello de "virgencita, que me quede como estoy". Si Prigozhin se hace con el poder, entonces si que la hemos cagado pero bien. Es como si le dan un golpe de Estado a Hitler y en vez de poner a Göring (que bueno, vale) ponen a Himmler. Vaya alegría... En ese sentido, Putin puede estar tranquilo: ya no nos parece tan buena idea derrocarlo, viendo quién puede venir después.
- Y lo que quedó muy claro, y esto es muy peligroso, es que desde Ucrania, a falta de barreras naturales, se puede llegar a Moscú en horas, dándole la razón a los que exigen una barrera natural de contención como el Dniéper. Si alguien dudaba de ese riesgo, ahora Prigozhin lo ha dejado claro: desde la frontera ucraniana a Moscú no hay defensa que valga. Si Ucrania entra en la OTAN, las tropas occidentales podrían lanzar un ataque sorpresa y nada las detendría.
Habrá que estar atento a los acontecimientos de las próximas semanas. Vete a saber por dónde sale esta gente. Antecedentes históricos los hay a mansalva en todos los sentidos. Y el que lo dude, que sea lea El Don Apacible. Lo recomiendo.