Palestina, las advertencias premonitorias de Ahad Ha'am, y Hamás, ese grupo creado por Israel

Los israelíes pueden decir muchas cosas, excepto que lo que está ocurriendo, lo que lleva décadas sucediendo, ha sido inesperado, que nadie les advirtío.

A finales del siglo XIX ya había judíos que se trasladaban a Palestina, huyendo del antisemitismo de, sobre todo, Rusia y Polonia, donde residían principalmente (de los 9 millones de judíos que residían en Europa, más de 5 lo hacían entre Rusia, ~4 mill, y Polonia, ~1,3 mill.).

Primero, el sionismo político utilizó para reclamar Palestina, aunque decían que no querían crear una nación judía, el lema:

Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra.

Naturalmente, eso no era cierto, Palestina no estaba vacía, pero quisieron presentarla como si lo estuviera. Lejos de eso, por aquel entonces vivían allí 500.000 árabes palestinos, además de unos 50.000 judíos.

Segundo, el judío considerado como fundador del sionismo cultural, Ahad Ha'am, ya se dio cuenta, a finales del s.XIX, de que los recién llegados parecían pasar de una situación de servidumbre quasi-esclava a una mala entendida libertad que les hacía tratar a los musulmanes que vivían en Palestina como los europeos de los que huían los habían tratado a ellos. El maltratado se convertía en maltratador:

... Ahad Ha'am formuló la advertencia de que los pobladores no debían en circunstancia alguna provocar la ira de la población autóctona ... "Y, sin embargo, ¿qué hacen nuestros hermanos de Palestina? ¡Exactamente lo contrario! De siervos que eran en las tierras de la diáspora súbitamente se encuentran con una libertad sin restricciones y esa transformación ha despertado en ellos una inclinación al despotismo. Tratan a los árabes con hostilidad y crueldad, les despojan de sus derechos, les ofenden sin motivo e incluso se jactan de estos actos; y nadie entre nosotros se opone a esa inclinación despreciable y peligrosa ... ".

Ahad Ha'am volvío a referirse a ello en febrero de 1914:

"(los sionistas) se indignan contra quienes les recuerdan que existe también otro pueblo en Eretz Israel, que ha estado viviendo allí y que no tiene la menor intención de abandonar su lugar. En el futuro, cuando esa ilusión se haya desvanecido de sus corazones y miren con los ojos abiertos a la realidad tal como es, comprenderán sin duda la gran importancia de la cuestión y la gran responsabilidad que nos incumbe en tratar de encontrarle solución".

De hecho, fue premonitoria su advertencia:

"…advirtió que si los colonos judíos empezaban a avasallar el modo de vida de los árabes, éstos no cederían fácilmente, presagiando con precisión las décadas de conflicto que se producirían en la región."

Pero nadie hizo caso a las razones de Ahad Ha'am, y el sionismo político se dispuso a conquistar su meta de una nación judía.

Como aclaración, el sionismo cultural y el político se diferencian entre otras cosas, en que el primero abogaba por "un estado judío y no sólo por un estado de judíos". Es decir, entendía que debían llegar a un acuerdo de convivencia con aquellos que ya vivían en Palestina.

Con el tiempo, pasada la IGM, la IIGM, pasada la Nakba ('Catástrofe', la expulsión de 700-750.000 palestinos de sus casas y sus tierras entre 1946 y 1948), pasados los intentos de la ONU de llegar a un acuerdo y de particionar Palestina en dos pueblos, pasadas las guerras con diversos países árabes, la mayor piedra en el zapato de los israelíes fue Yaser Arafat y su OLP, y a los israelíes no se les ocurrió nada mejor, para restarle fuerza, que patrocinar a un grupo rival, también musulmán:

En 1973, Yassin [lider de Hermanos Musulmanes en Gaza] fundó la organización benéfico-religiosa "Al-Mujama al-Islamiya" ("centro islámico") en Gaza como una rama de los Hermanos Musulmanes. Las autoridades israelíes animaron a la organización benéfica de Yassin a expandirse, ya que la consideraban un contrapeso útil a la secular Organización para la Liberación de Palestina. Yitzhak Segev, que era el gobernador militar israelí de Gaza en aquella época, recordó que incluso financiaron su organización benéfica: "El gobierno israelí me dio un dotación presupuestaria y el gobierno militar la destinaba a financiar las mezquitas". El responsable de asuntos religiosos de Israel en Gaza, Avner Cohen, concluyó más tarde, con pesar, que Hamás había sido creado por Israel. Afirmó haber advertido a sus superiores de que no apoyaran a los islamistas. El apoyo inicial de Israel a Hamás se debió a su deseo de alienar a su rival secular, la Organización para la Liberación de Palestina.

Dicen ahora los israelíes que los sucesos de estos días son su particular "11 de septiembre", en referencia a los ataques de Al-Qaeda a las Torres Gemelas, el Pentágono, etc., y es posible que no vayan muy desencaminados: ¿nadie recuerda cómo Estados Unidos financió generosamente, armó fuertemente y formó a conciencia a un grupo de personas en Afganistán, muchos venidos de fuera del país, y que la población local consideraba bandidos y delincuentes,

Los afganos pastunes los llamaban [a los muyaidines] dushmanes, que significa bandidos o enemigos, y las otras etnias afganas los denominaban basmachí o ashrar, que significa lo mismo.

con tal de hostigar a la URSS, con tal de inestabilizar la zona en beneficio propio? Israel hizo algo parecido con Hamás: alentarlo y financiarlo con tal de crear una inestabilidad que le beneficiara, aún a costa de financiar a un grupo ultrarradical.

Dos ejemplos kármicos de cómo el fin no justifica los medios, dos casos en los que los financiadores de esos grupos han visto cómo las acciones de sus promocionados no han recaído sólo sobre quien ellos pretendían, sino también sobre ellos mismos.

Como diría aquel, "son los riesgos de pactar con el diablo".

Y, para finalizar, el manido y consabido "Y de aquellos barros, estos lodos…"

Fuentes:

  1. Twitter
  2. Informe de la ONU sobre la cuestión palestina
  3. Wikipedia en inglés (1, 2)
  4. Wikipedia en español (1, 2, 3, 4)