Querida comunidad de Menéame, hago uso de la plataforma para dar difusión a la rocambolesca historia que estamos viviendo con el cáncer de mi madre. Mi madre siempre ha estado enferma, de muy joven le diagnosticaron leucemia linfática y desde entonces nuestra vida ha sido compartida con hospitales. Han probado hasta tratamientos experimentales con ella y descubierto los que funcionaban y los que no (lo cual me enorgullece, la idiosincrasia del enfermo que no tiene nada que perder: "¡Palante y lo que venga!"). Su historial médico es inmenso. Bien, puesto que la vida no la quiere tratar bien, hace unos años se nos presenta un nuevo linfoma nodular y un cáncer de pulmón derivado de la leucemia. Y ahora, este noviembre nos toca la lotería del cáncer de mama.
Somos extremeños, durante la primera mitad de su vida todo se trató en el Infanta Cristina de Badajoz, y actualmente se trata entre el hospital Virgen del Puerto de Plasencia y San Pedro de Alcántara de Cáceres. A continuación me gustaría relataros la serie de negligencias que ha sufrido mi madre gracias a estos dos centros, con toda la intención de denunciar y hacer públicas las carencias del servicio de salud extremeño, que no solo falla el tren.
El primero de todos fue la pérdida de su historial médico con el paso de papel a digital. Cuando hace unos 4 años mi madre se mudó al norte de Extremadura en busca de tranquilidad terapéutica, pidió el traslado del historial. Badajoz lo paso a digital y lo mandó pero en Plasencia decían que no llegaba, que sólo existía historial desde 2010 a 2015. Se perdieron 20 años de historial muy importante. Quiero recalcar que mi madre ha sido un paciente muy delicado y su historial tiene detalles muy concretos necesarios para sus futuros tratamientos. Pasó cerca de un año hasta que lo encontraron.
Segundo asalto: Aparece un bulto en la pierna que obstruye la arteria circunfleja interna y hay que hacer una biopsia. La citaron para la intervención y cuando llega el cirujano le dice a mi madre que el primer cirujano que había visto el tema "no está, que le ha tocado él pero no tiene ni idea de dónde tiene que cortar". Resulta que en vez de biopsia, a última hora se decidió quitar el bulto entero pero el problema viene cuando ni mi madre ni el cirujano que la iba a intervenir sabían que había que hacerlo. La desconfianza crece y la falta de coordinación se hace evidente.
Tercero. Todos sabemos que a partir de los 50 años, a todas las mujeres les llega una citación a casa para hacerse una mamografía anual obligatoria. La junta es la encargada de este programa que va dirigido a mujeres a partir de 50 años. El año pasado cuando mi madre cumplía los 50, su cita para la mamografía nunca llegó. Casualidades de la vida, un año después en noviembre de 2018 le detectan cáncer de mama en grado 2 casi 3 y se entera de que la habían citado. Resulta que dicha cita, fue enviada pero a una dirección que NO EXISTE. A mi esto me hace preguntarme si el año anterior se hubiera hecho la prueba, quizá habrían descubierto algo y no estaríamos pasando el calvario actual.
Lo último que ha ocurrido, una vez metidos hasta el fondo en este proceso, nos encontramos con más negligencias aún que no hacen más que dejarnos intranquilos. Y a mi madre le está costando su salud mental (y física). Nos ponen como proceso urgente, se saltan mil protocolos dada la gravedad del asunto y por el camino, pierden la prueba HER, consecuencia: Retrasamos todo hasta después de las fiestas. Nos dan una fecha "2 de enero para poner el contraste y 3 para la mastectomía". Llega y como la prueba HER sigue sin aparecer, se aplaza al 17. Y aquí es cuando explotamos todos.
Voy a explicar un poco la importancia de lo que pasó ayer. La prueba de contraste se inyecta para que durante la intervención de mastectomía, se compruebe si el ganglio centinela está afectado o no. Si este ganglio presenta indicios, condiciona todo el tratamiento futuro del paciente. En muchos casos no es necesario hacerlo durante la misma intervención, pero en el caso de mi madre, en palabras de su cirujana "Es imprescindible que en su caso todo se haga a la vez". Llegamos el miércoles 16 a las 9 de la mañana al hospital San Pedro de Alcántara en Cáceres para que le pongan el contraste, con idea de ingresar esa misma tarde a las 5. Seis personas más en la sala. La mujer encargada de la prueba sale con un abrigo y un bolso y las personas que esperaban le preguntan que adónde va, que tienen cita con ella. Su contestación: "Aquí no aparecen citados", la gente se pone nerviosa porque la mayoría están por el mismo motivo que mi madre, es decir tienen que ser operados en las siguientes 24 horas. La enfermera se pone a discutir con la doctora replicando que las citas las tenía que apuntar ella. Los pacientes se quejan. Y nuestra doctora ejemplar contesta "No hay citas, ese NO ES MI PROBLEMA" y se va dejando tirados a sus pacientes sin explicación ninguna y sin saber si va a volver o no, entendiendo nosotros que al decir que "no hay citas" no volverá. No obstante mi madre se quedó allí hasta las 12 y media, sin ver a nadie. Esto si ya de por sí es una falta de respeto entre personas, éticamente se salta el código deontológico e hipocrático jurado, además de entorpecer gravemente al resto de sus compañeros de profesión.
Ese mismo día esta mujer ha sido denunciada tanto a atención al paciente como a la policía. Las intervenciones que había previstas se han cancelado. El quirófano que estaba reservado no se ha podido usar. Y la operación urgente de mi madre se ha vuelto a aplazar a dentro de 2 semanas.
Me gustaría pediros, como hija, como paciente y como persona con humanidad que por favor difundiérais lo expuesto aquí. Estamos intentando contactar con la prensa para que se nos haga caso. No sólo por mi madre, sino porque cuando compartimos la experiencia en Facebook hubo muchísimas historias parecidas que habían sufrido negligencias, en muchos caso con finales tristes. No quiero que esa sea nuestra situación ni la de nadie más. Tenemos el deber como ciudadanos de luchar por una sanidad en condiciones. Y me gustaría añadir que bajo ningún concepto quiero que esto se tome como un manifiesto contra los médicos, sino como una forma de pedir ayuda tanto para los usuarios como para ellos. Son profesionales que están haciendo malabares con los recursos que tienen, pero los que pagan son los enfermos. Tengo mucho respeto a esta profesión, pero independientemente de eso, creo que es nuestro deber denunciar estas cosas.
Muchas gracias