Rusia sustituye al jefe de las fuerzas militares que combaten en Ucrania
Rusia sustituyó hoy al comandante de las fuerzas militares que combaten en Ucrania desde febrero de 2022, cargo que asumirá Valeri Guerásimov, actual jefe del Estado Mayor del Ejército ruso.
He buscado la noticia en otros medios y paraece que este relevo se confirma, de modo que Surovikin pasará a asistir a Gerasimov en las tareas de mando.
No entro a valorar si este cambio es positivo o negativo, pero hay algo que creo que hay que mencionar: desde el primer momento, todo el que conoce un poco las fuerzas armadas rusas se ha preguntado por qué Gerasimov no está al mando. Su nombramiento, a mi modo de ver, es un anuncio de una escalada, aunque en este caso, a nivel defensivo.
Si nombran a Gerasimov es porque se ha tomado una decisión estratégica, y creo que esta es de carácter defensivo.
Valeri Gerasimov es sin duda el militar mejor preparado del ejército ruso y su liderazgo supone que la Operación Militar Especial se da por terminada para dar inicio a una guerra, con todas las consecuencias.
No tengo una bola de cristal, pero dudo mucho que el nombramiento de Gerasimov sea un simple cambio cosmético. Estamos a once de enero, y me permito apostar que esta noticia significa que no habrá una verdadera ofensiva rusa antes del 1 de marzo. He acertado unas cuantas veces y he fallado otras muchas (creo que más), pero por eso me gusta escribir las cosas en vez de dejarlas por ahí, a manos del viento: hay que tomar riesgos.
La doctrina Gerasimov, partidaria de destruir el ejército enemigo en vez de conquistar terreno, es la única explicación posible a que no se hayan atacado hasta ahora los puentes sobre el Dnieper o los nudos de ferrocarril al Oeste de Ucrania. El hecho de que este general encabece a partir de hoy las fuerzas rusas, significa, probablemente, que se entra en una nueva fase de la guerra.
En mi opinión, el nombramiento de Gerasimov implica un paso decidido a la táctica defensiva, al menos a corto plazo. Si he interpretado correctamente sus conferencias y escritos, que me he leído en parte, Gerasimov explotará la necesidad de los ucranianos de recuperar territorio y los esperará tras fuertes defensas para obligarlos a atacar.
Para mí, no es una buena noticia: la guerra se encamina ahora a durar años. A no ser que, en el enfrentamiento de desgaste, uno de los dos bandos colapse. Pero no será pronto.