Decía Sun Tzu que gran parte de una victoria depende de hacer que tu enemigo combata en un terreno de tu elección y en unas condiciones que te favorezcan. Otra buena parte de la victoria dependerá de coger a tu enemigo por sorpresa.
El debate no ha sido tal: ha sido una encerrona. Feikjóo (me vais a permitir la licencia) supo escoger el terreno: una emisora de TV afín y un formato de debate propicio para la estrategia que tenía preparada.
Sabía, además, que esa estrategia, llamada "Galope de Gish", iba a pillar por sorpresa a su rival, que esperaba tal vez una discusión sobre programas, o los esperados ataques sobre "sanchismo" o "Bildu". Esa estrategia es aplicable, ¡oh, casualidad!, en debates de tipo libre sin verificación de lo que se dice, uno en el que los "moderadores" (por llamarles algo) sólo se dedican a controlar el tiempo que se dedica a cada tema.
Si se aplicaran términos futbolísticos, uno de los equipos se ha dedicado a pegar patadas a los jugadores rivales mientras el árbitro no pita ni una sola falta. El otro equipo no está jugando sólo contra el rival: está jugando también contra el árbitro, M.I.A.
Si se puede extraer alguna conclusión del debate, es que Feikjoo, o sus asesores, han diseñado una estrategia que sirve a sus intereses electorales, que es que Sánchez, sus logros de legislatura y sus medidas de futuro, no destaquen, no lleguen siquiera a enunciarse, y dado que esa técnica de debate consiste en apabullar al rival con lo que sea, sea cierto o no, de modo que no pueda hilar un argumento, objetivo conseguido.
Y sus objetivos electorales son desincentivar el voto, impedir la movilización del voto de izquierdas y/o de los indecisos, a base de embarrar, con dicha táctica, el terreno de juego político para que haya muchos que lo vean como "lo mismo de siempre", como algo en lo que no vale la pena participar, porque "todos los políticos son iguales", "vaya circo", "la política es sólo ruido", etc., y se queden en casa en vez de ir a votar.
Claro, otra conclusión es que a Feikjoo no le importa mentir para conseguir sus objetivos, porque mintió casi más que habló, y si lo hace en un debate, bajo escrutinio, no quiero pensar lo que hará si llega a la presidencia. Hay quien dice que igual era ignorancia… ¿La elección es entre un Feikjóo embustero o un Feikjóo estúpido? Really George…?
Otra conclusión es que Sánchez no ha sabido prever las posibles vías de acción de un candidato a presidente que no tiene un programa que presentar. Y eso es bastante grave: le han pillado por sorpresa, le han apabullado, han callado y anulado sus logros, ha jugado al juego que ha querido Feikjoo, ha caído en su trampa, y éste es el único debate de la campaña.
Sí, queda todavía campaña por delante, pero ya sale con desventaja, y que le hallan "pillado" de esa manera no le deja en muy buen lugar. Puede no ser tan malo si sabe gestionarlo, pero tiene que darse cuenta de que se enfrenta a un rival que, aunque parezca Rajoy versión 2.0, con sus entrabanques, sus confusiones, etc., no le importa jugar sucio, y ahora sabemos a qué se debe el gran cambio percibido en Feikjóo:
Hoy se ha sabido que el probable artífice de la estrategia es el ínclito Miguel Angel Rodríguez, y la verdad es que no me extraña: tiene su sello de marrullería, aunque también de efectividad. Juega sucio y gana. Ahora falta saber si los españoles quieren a alguien así asesorando a quien podría dirigir el país, sabiendo que el siguiente "rival" no será Sánchez: seremos nosotros. Ya está ocurriendo así en Madrid.