Este artículo es una apreciación personal de cómo estaba funcionando Menéame durante la campaña electoral de las elecciones madrileñas del 4 de mayo y cómo funciona ahora, con algunas conclusiones sustentadas en datos. Al ser, como he mencionado, una apreciación personal, es difícil que ésta sea generalizada, pero también es posible que muchos otros usuarios coincidan con ella.
Durante los meses previos a la campaña electoral, menéame se ha mantenido relativamente estable en cuanto al número de usuarios activos; esto es, los que suelen enlazar noticias, menearlas o comentarlas. Tras el inicio de la campaña electoral, noté cómo progresivamente el número de usuarios activos iba disminuyendo. Cada vez había menos variedad de usuarios que enlazaban noticias y menor variedad de usuarios que las comentaban.
Tras las elecciones, he notado cómo la portada de Menéame iba, digamos, demasiado "lenta". Es decir, que el ritmo de refresco de la portada con meneos nuevos había descendido considerablemente, al igual que la variedad de usuarios que enlazaban noticias.
He pensado que quizá debería haber algún dato que mostrara si esta sensación mía era real o meramente subjetivo, así que me he dado una vuelta por Alexa, y esto es lo que dice:
El tráfico de Menéame ha ido descendiendo considerablemente y de forma progresiva desde pocos días después del anuncio de las elecciones, el 10 de marzo. En tres meses, Menéame ha caído más de 13.000 puestos en el ranking global de webs visitadas.
Por otra parte, mientras el número de páginas visitadas por un mismo usuario dentro de Menéame ha crecido un 1%, el tiempo de visita ha descendido un 18%. También se ha incrementado en un 4% el número de usuarios que visitan una sola página, entiéndase la portada.
Creo que no me confundiría si afirmara que ésta ha sido la campaña electoral más agresiva en Menéame en todo el tiempo que lleva funcionando. Una campaña monocolor, con escasa entropía, donde un grupo de usuarios ha monopolizado tanto la portada como la opinión general. Una campaña donde sólo había un voto "bueno" y no era posible la diversidad de opiniones (llegando al insulto directo si uno se mostraba "disidente" con la ideología aparentemente mayoritaria).
Los usuarios menos dados al extremismo, o los que han visto cómo Menéame se convirtió en una plataforma de propaganda política, o los que no querían ser insultados y difamados por mostrar su opinión "diferente", han ido abandonando Menéame progresivamente. Los que copaban la actividad del sitio, en el contexto de la campaña electoral, han reducido significativamente su actividad tras las elecciones. Y tanto antiguos como potenciales nuevos usuarios no han vuelto a fidelizar sus visitas debido al gran descenso de actividad y a la propia imagen que ha dejado Menéame durante estas elecciones como cámara de eco.
Lo que me pregunto ahora es si a los propietarios de Menéame les interesa un sitio así, un lugar creado como plural convertido en una cámara de eco bestial donde sólo tienen cabida unos cuantos. Y algunos usuarios se mostrarán encantados de que esto sea así, una web donde sólo existan usuarios de su corriente ideológica, mientras que el resto sólo vienen de pasada (yo incluído). Precisamente, las elecciones madrileñas han demostrado que apostar por un sólo caballo, reducir el target de potenciales usuarios a uno en concreto ("ese" que todos hemos visto) puede ser un fracaso.
Quizá ha llegado la hora de que los propietarios y administradores del sitio se pongan las pilas y frenen el activismo partidista, el astroturfing, el sectarismo político y la twitterización, antes de que Menéame termine por irse al garete del todo.