Desde que leí el otro día que la Ocasio Cortez era una progresista racializada, decidí, como mujer, pediros que os comáis mi gato.
Comeos mi gato todos los que pensais que las palabras son agresiones y que hay que modificar la mente de la gente a base de decirle qué expresiones se pueden utilizar y cuales no.
Comeos cien veces mi gato, con pelos y todo, los que inventáis esas palabras tan cipotenses que siempre echan la culpa a alguien.. Las que crean las personas racializadas y las regiones vaciadas, para que haya un sujeto agente y un sujeto paciente. las que crean los desfavorecidos en vez de pobres, para que haya desfavorecedores y se pueda culpar a no sé quién.
Comeos mi gato, con dos orejitas o alitas, a gusto de quien quiera, los amigos de los anglicismos, de los runners, de los motherfuckers y otros succionadores asimilables. Porque ya nos vale, caray. Porque no podemos ser más ridículos, quejándonos del imperialismo cultural useño para luego dedicar tiempo y alma a imponer su idioma y su cultura. Somos anormales.
Comeos mi gato todos los que vais buscando opresore sy primidos en el lenguaje. Y de entre estos, comeos especialísimamente mi gato los que pensáis que los oprimidos son mejores personas que los opresores. Porque con eso, sólo con eso, demostráis que no habéis salido al mundo real en vuestra putísima vida.
¿Para qué quiero yo un succionador de los que ahora se han hecho ultrafamosos con tanta gente pendiente de mi gato?