En los últimos tiempos, veo aflorar dos ideas que me parecen, cuando poco, inquietantes: plandemia, y teatro pandémico. Las dos pasan por un punto común: que aquí hay algo que no funciona y que se están dando palos de ciego buscando, ante todo, que el coste sea mínimo para los administradores de la vida pública. Por eso, por una vez, no se ponen de acuerdo en cómo salvar su culo mientras toman el nuestro en propiedad, o en usufructo, según los casos.
Como amigo de la reflexión que soy, aunque no por ello me considere más cercano a la verdad, os propongo un ejercicio kantiano de imperativo categórico, a ver a dónde llegamos y qué condiciones se requieren para que ese plan sirva de algo.
Premisa: cerramos seis meses. Todo menos lo esencial. fronteras. Confinamiento domiciliario. Movimientos cero fuero de lo esencial.
¿Consecuencias?
-Bajada de la incidencia por debajo de 20. Los servicios esenciales son como un 20% del total, y esa gente tiene familia. No se erradica la pandemia, pero se reduce en un 80%.
-Pérdida de actividad. Hay que pagar seis meses a la gente que para. Es un agujero en las cuentas, pero es asumible.
-Se salvan entre 2000 y 3000 vidas. El cálculo es un poco grueso. Me vale cualquier cifra entre 1500 y 6000.
-Acaban los seis meses de encierro. ¿Se ha vacunado el resto del mundo? NO. Si cerramos las fronteras, a cal y canto, tenemos que disparar con fuego real a las pateras y mantener los aviones en tierra. Es lo que hay para que el cierre sea real. Lo que no sea eso, maal asunto. ¿qué coste tiene eso? El coste humano es la hostia y el económico el copón.
-¿Cuanto tiempo hay que mantener todo cerrado¿? ¿Cuales son las consecuencias de abrir después de los seis meses de cierre? Hay que mantenerlo todo cerrado hasta que la incidencia MUNDIAL de la pandemia sea muy baja. Si se abren las fronteras, en 45 días, estamos como estábamos.
-¿Qué hemos ganado realmente tras seis meses de encierro si no podemos mantener las fronteras cerradas a cal y canto dos años? Poca cosa. Estamos igual, o peor, en menos de mes y medio. Con la gente estresada, deprimida, arruinada, y el país en riesgo.
¿Sirve de algo cerrar todo seis meses?
Mi opinión es que no. Lo óptimo no siempre es amigo de lo posible. Es lo que hay.