Hay que reconocer, en un primer lugar, que "todos distorsionamos de algún modo la información que recibimos", el problema surge cuando este sesgo en el procesamiento de la información se da en forma rígida y estereotipada "generando disfuncionalidad en la persona". Y si esa persona usa Menéame, se verá reflejado en las "penalizaciones kármicas" de usuario, como la vida misma.
Partiendo de esta base, resalto la teoría que lanzaron los psicólogos Theodor Adorno y Max Horkheimer y que se basa, en gran parte, en lo siguiente:
"Algunos rasgos de personalidad profundamente arraigados predisponían a algunos individuos a ser MUY SENSIBLES a las ideas totalitarias y antidemocráticas."
Personalmente considero que esta sensibilidad que aúna a las personas que comparten el mismo "dolor" ante unas normas que el individuo considera "totalitarias y antidemocráticas", crea una comunidad per se, tal y como se refleja perfectamente en muchos artículos de |mi_strike
Ante este hecho, únicamente existe una posible solución:
"El pensamiento dicotómico se combate incentivando el pensamiento crítico y flexible.
Pero hace mucho tiempo que la sociedad va encaminada a justamente lo contrario: -ismos y más -ismos, despojándonos por completo de cualquier responsabilidad en la materia, llegando incluso hasta el núcleo de la educación intra-familiar, donde no existe, por norma general, interés específico en fomentar dicho pensamiento crítico y flexible.
La forma como conceptualizamos la realidad depende, entre otros factores del grado madurativo de la persona.
Piaget describe cómo el pensamiento y la forma en que procesamos la información evoluciona, pasando por distintos estadios que permiten que la organización cognitiva se construya partiendo de un sustrato biológico heredado, y logre alcanzar a través del proceso de acomodación y asimilación, las características del pensamiento adulto.
Es fácil de entender, solo basta recordar cuando éramos infantes, nos ponían límites para evitar que de adultos fueramos unos "mal educados", ¿o es que a ti de pequeño no te enseñaron qué es y qué no es un límite?
Lanzo algunos ejemplos anónimos de conductas dicotómicas que he observado se repiten con frecuencia y pueden definir el grado madurativo de quien la sigue:
- No me importa el karma -> Me quejo porque mi karma se ha visto afectado.
- No me gustan las discusiones -> Aprovecho cualquier oportunidad para crear flame.
- Me borro la cuenta de Menéame -> Me creo una nueva cuenta de Menéame.
- Respecto las normas de Menéame -> Incumplo las normas de Menéame.
- No voy a entrar más en Menéame -> Entro en Menéame con otra cuenta.
- etc.
Y es que las normas están para definir los límites que evitan llegar a estos extremos dicotómicos de la mente primitiva.
Personalmente, percibo que la administración de Menéame en todo momento, es y ha sido, crítica y flexible.
Las "penalizaciones kármicas" de usuario, como bien describen muchos de los penalizados en sus comentarios y artículos, han disfrutado de dicha flexibilidad: les retiran dicha penalización, es decir, han sido avisados de la mejor forma posible y sin ninguna consecuencia final, más allá, del propio berrinche que pueda mantener la persona, en función del mencionado grado de madurez de dicha mente primitiva.
Es más, la administración de Menéame demuestra día a día, que posee un pensamiento maduro, ya que se caracteriza por ser:
• Multidimensional, relativa, variable y reversible.
Y en contra de esto, los constructos más relevantes que activan un pensamiento dicotómico de la mente primitiva son:
- Seguridad- peligro: Un aviso de penalización, ¡peligro, vienen a por mí!
- Vida- muerte: Un aviso de penalización ¡me borro la cuenta!
- Protección- indefensión: Un aviso de penalización, ¡los admins son injustos!
- Exposición- evitación: Un aviso de penalización, ¡me expongo en |mi_strike!
- Tranquilidad- terror: Un aviso de penalización, ¡se me acelera el pulso, me pongo a sudar, entro en pánico, ...!
Y ya si entramos a valorar el número de horas que se comparten en la plataforma, se le toma cierto "cariño" a Menéame, lo que hace que también se pueda abordar incluso desde la perspectiva de una relación amor-odio de pareja. ¿Curioso, verdad?
O haces lo que yo digo o estás contra mí. Lo que yo digo y pienso es la única verdad, lo demás son falsedades o tonterías.
Este enfoque dicotómico es el origen de muchos prejuicios, de esos sesgos que edifican los estereotipos más dañinos.
Recordemos: la paja abulta más que el grano, y aunque el grano resalte menos, es lo verdaderamente importante de todo el "montón". Por eso, hay que saber diferenciarlos para poderlos separar.
Deberíamos de plantearnos siempre la posibilidad de que "igual nuestro grano más preciado, es pura paja sin secar o es grano podrido de necesidad". Sin un pensamiento crítico y flexible, jamás podremos preguntarnos esto y mucho menos, poder responderlo más allá de esa dicotomía primitiva que nos activa el "Animal Karma" que todos llevamos dentro.
Así que prestemos atención a lo que le prestamos atención, si es a la paja o es al grano, hacia donde enfocamos nuestra atención.