Sea por lo que sea, el Ministerio de Ciencia ha acabado de un plumazo con una convocatoria postdoctoral que llevaba al menos 7 años en marcha, y que este año, sin previo aviso, no se ha convocado. Se trata de la convocatoria de contratos postdoctorales Juan de la Cierva-Incorporación, que en las últimas convocatorias suponían tres años de contrato, y llevaban aparejada cierta cantidad adicional para gastos derivados de la investigación. Sorprende que, hasta el momento, nadie haya dicho ni mú, por lo que parece, ni haya dado la voz de alarma. Si alguien sabe de alguna reacción, estaría encantada de equivocarme al respecto.
Aquí, el enlace de la última convocatoria: ciencia.sede.gob.es/pagina/index/directorio/PLAN 2017-2020_Ayudas Juan
Se mantienen, sí, las Juan de la Cierva-Formación, de dos años y para doctores recientes, y también las Ramón y Cajal, de cinco y para investigadores más veteranos. Pero en medio de las dos convocatorias, entre noveles y veteranos, queda un hueco que es el que atendían las finiquitadas Juan de la Cierva-Incorporación. Por no mencionar que, a golpe de BOE, se han esfumado esos tres años de posibilidad de financiación postdoctoral, que se sumaban a los 2+5 todavía existentes para configurar una vía investigadora que permitiese un cierto margen para que los postdoctorales encontrasen su sitio y su estabilidad en el complicado y precario sistema de investigación nacional. Además, se da el absurdo de que el ya extinto programa Juan de la Cierva-Incorporación era el único programa de excelencia de carácter nacional que se recogía como requisito para acceder a las certificaciones I3, y este cambio abrupto descabala el castillo de naipes de acceder a ciertas plazas por medio de la vía investigadora, desdibujándola una vez más.
Todo lo que ha dicho el Ministerio de Ciencia, bastante de tapadillo y como podéis comprobar en el enlace de debajo, es disfrazarlo de una buena noticia. Porque claro, a base de recortar programas, y años de contratos postdoctorales, se pueden presentar las cuentas de manera que suben exponencialmente el número de contratos. De un tipo, y a costa de que otros desaparezcan del todo, y ya nadie tenga posibilidad de sumar esos tres años adicionales, que se hacen muy necesarios.
Para el Ministerio de Ciencia, que se extinga un programa postdoctoral al completo solo son buenas noticias: ciencia.sede.gob.es/pagina/index/directorio/PLAN 2017-2020_Ayudas Juan
Para rematar la faena, pensad en todas esas personas, que las hay, y bastantes, que estaban esperando a este año para presentarse a esta convocatoria, preparando papeles, haciendo méritos, hablando y coordinándose con quien les iba a avalar, y con el correspondiente grupo de investigación. De un día para otro, van a la convocatoria, y la ayuda con la que contaban ya no está. Desde el Ministerio dicen que han reservado parte de las Ramón y Cajal para las personas en esta situación, pero creedme, pedir una Ramón y Cajal es radicalmente distinto a pedir una Juan de la Cierva. De hecho, en algunas universidades tienes que plantearlo con mucha antelación. Y además, no se sabe si el año que viene será también así, o se les ocurrirá otra nueva idea peregrina, o a saber. Tampoco está claro lo que va a suceder con las nuevas convocatorias, Margarita Salas y María Zambrano, surgidas al calor de los fondos europeos, si tendrán o no continuidad. Y como quien no quiere la cosa, tampoco se han convocado los proyectos JIN para jóvenes investigadores. Otra posibilidad que desaparece, y ya hay quien apunta que lo peor está por venir, augurando nuevos recortes y "misteriosas" desapariciones que en realidad son celebradas como estupendas noticias.
Se ha dicho una y mil veces que la incertidumbre y la precariedad matan a la investigación. Pero parece que nadie escucha...