La Estación de Cables Submarinos de Conil es de la más importantes de Europa y hace posible las telecomunicaciones entre el viejo continente y Estados Unidos. Una llamada internacional, un correo, una búsqueda sencilla en la red o un tuit: todo pasa por un pequeño chalé de aire sobrio y arquitectura de los años 60, enclavado en Conil de la Frontera.