El feminismo de género adopta ideas del marxismo, y particularmente de los escritos de Engels, quien considera que hombres y mujeres reproducen la dinámica de opresor y oprimido visible en otras relaciones sociales, como la de burgués y obrero, noble y siervo, amo y esclavo, etc. En las últimas décadas a estas relaciones se añadieron otros dualismos que aunque no eran propiamente marxistas indicaban relaciones de dominio y desigualdad, como el racial entre blancos y negros en Estados Unidos.