Porquería que no merece más tiempo que el mero ojeo, sólo para saber que existe el extremo de lo que crees o piensas. Creo que lo mejor que puedo hacer es enterrarlo en el más absurdo de los olvidos, pues no merece otra cosa tan tamaña patraña. No obstante, tomándolo desde el punto de vista sexual podría ser un manual sadomasoquista.
En el comic Transmetropolitan ya existía el concepto, nada nuevo bajo el sol. Cada día más cerca del Cyberpunk (si es que sigue existiendo el género con tanta aproximación).