A lo mejor la cosa mejoraría un poco si votásemos directamente a personas con la obligación de responder cada cierto tiempo ante sus electores en cada circunscripción, no a unas siglas asociadas a una lista de gente desconocida para la mayoría de sus electores y ante los que no responden.
Aumentar la información pública disponible sobre la actividad de los representantes y aumentar la independencia y la capacidad de los jueces para vigilar la gestión publica tampoco estaría mal.