Ojalá eso pasase sólo en la Complutense de Madrid, pero ocurre tambien en el resto de las universidades de España y también el los ayuntamientos, organismos públicos y demás empresas siempre públicas. Se favorece a quien les da la gana, eso sí, usando los mecanismos oficiales para que parezca que al concurso puede optar cualquiera.
Así nosa va, luego nos quejamos..