He vivido una situación parecida con una gata en casa.
No quiero detallarla pero resumo diciendo que ha sido la peor experiencia con animal que he vivido nunca y no se la deseo a nadie.
Una puta locura ver a un gato fuera de sí, da igual las patadas que le des ni la fuerza, siempre siempre se revolvia a lanzarse de nuevo al pecho o espalda.
Y no, jamás jamás fue maltrato, y era de Compañia, pensamos que fué un brote psicótico. A quien atacó estaba a 2 metros y pasaba del gato como simpre... Que miedo pasamos.
Ayer hablando con un amigo Italiano, una persona humilde, cabal, buena persona... Siendo él inmigrante me comentó que Italia no soporta más inmigración.
Ya no se trata de si los inmigrantes vienen por una guerra, o por mafias, se trata de la capacidad de aceptación que tiene una sociedad a miles y miles de personas cada año que se quedan en su país para intentar vivir dignamente.
Al final, no se acaban integrando completamente hasta segundas o terceras generaciones, con sus propias culturas y religiones, la mayoría autoritarias y poco educadas o cívicas.
Eso por muy progresivo que sea el país, no hay quien lo aguante. Sin entrar en la parte económica claro, ahí ya mejor no entrar.
Me recuerda a la persona que cuida a la abuela de mi mujer.
Es Ecuatoriano, un tío muy válido pero lleva en España 3 años. Gana 1.100€ aproximadamente, y se gasta casi 400€ en llevar a sus dos hijos a colegios CONCERTADOS para que no se junten con inmigrantes.
Cuando me enteré fué de los más heavy en mucho tiempo, no he tenido oportunidad de hablar con él, pero lo pienso hacer.
#16 De que deberían de expulsar a los equipos causantes de los altercados o incluso a la cancelación de la eurocopa. Eso no tiene nada que ver con el deporte ni el fútbo y está tomando tiznes muy feos.
Últimamente Menéame deja bastante que desear. Primeros comentarios deseando muerte a otras personad y haciendo bromas si cantaba mal la víctima...
Una cosa es el humor negro y otra la falta de respeto que se ve ya últimamente. Cada día me da más asco entrar y ver a cuatro gatos intentando hacerse los graciosos con las desgracia de los demás.