Como todo vale según veo, ahí va: Las únicas bombas de ETA que no lloraría, serían las que pusieran a vuestras familias, ya que sois los putos descendientes de aquellos asesinos del franquismo que merecieron la misma suerte que dieron a sus víctimas. Esto pasa por dejar que los párrocos de vuestro barrio se follen a vuestros hijos. Aunque ahora que lo pienso, lo mismo os gusta grabarlo.
No me sorprende la noticia en absoluto, si recordamos que aquí en Sevilla, Lipasam es uno de los entes más mafiosos y sectarios, usados por los sindicatos y políticos lugareños para sus "estómagos agradecidos". Investigad cuántos hijos de... y familiares de...están contratados. Veréis qué sorpresa.
Supongo que será para reemplazarla por "Ahora te lo cuento yo, a mi manera", una serie sobre la vida y milagros de Fraga. Temporada 1: Desde su más tierna infancia, hasta su primera sentencia de muerte.
Querida zorra, lo que no debe ser gratis es la gran vida que se pegan los descendientes de un dictador asesino, así como los descendientes de tantos otros que ahora se escudan en la política. Esto sólo pasa en España. Sus patrimonios, sus posesiones, etc, que nos robaron a lo largo de casi 40 años (y aún en la actualidad)nos pertenecen a todos los españoles. Le deseo con todos mis respetos una metástasis del cáncer cerebral que aún no le han diagnosticado, y que ya empieza a dar los primeros síntomas.Hágase un favor, y no haga más declaraciones.
Soy usuario de Twitter desde hace algo más de 2 meses. Y sí, el 80% debería ahorrar al resto de los mortales sus escatológicos pensamientos y ocurrencias, o al menos no hacerlos de manera pública. Entre el 20% restante, se encuentra @kurioso. En un país azotado por la mediocridad pseudointelectual y política (recordemos nuestro panorama actual), nunca viene mal una cura de crítica y realismo mezcladas con tintes informativos, que si bien, mientras que a algunos escuece, a otros despierta la propia capacidad de pensar, o al menos de intentarlo.
Y por favor, antes de opinar, lean el artículo entero. Merece la pena.