Qué vergüenza. Lo que están haciendo con los parques naturales no tiene nombre. Señoritingos que piensan que los parques son suyos. Luego los invitan a cazar y todos tan contentos.
Maravilloso, José Luis Corella nos deja una vez más sin palabras ante una obra de estas características. Realismo y surrealismo mezclados en estado puro. Un realismo surreal