@Deckardio Eso de llamar "facha" o "machirulo" a todo aquel que no comulgue (o contradiga) con la ideología progre no es que sea algo particularmente "espontáneo" sino que ha sido alentado y sembrado léntamente aún incluso desde las universidades. Eso ya lo hacía Herbert Marcuse desde los 50´s y 60´s, y además Theodor Adorno sentó las bases teóricas de dichas condenas infantiles con su libro "La personalidad autoritaria", así que no es que estas sean conductas degeneradas de varios "progresistas": es que este era uno de los objetivos fomentables por el pseudo-progresismo. Por eso ya ahora no tiene sentido militar ni en la izquierda ni en la derecha.
#2 "Como sociedad en la que la mayoría de los individuos buscamos la felicidad y seguridad de los nuestros" Es que precísamente ahí está el meollo del asunto: cuando buscamos la seguridad, necesitamos identificar a esos "otros" o como decimos en México "a masiosare, un extraño enemigo" y una vez identificado el "otro peligroso" pasamos a blindarnos de él. Veo que es por razones evolutivas que hay una contraposición entre identidad vs ambiente, y es en la parte de nuestra mentalidad que actúa en concordancia con el ambiente, es en esa parte (minoritaria) donde nos puede simpatizar la diversidad de una sociedad integrada por gente distinta a nosotros en mayor o menor medida. Pero luego la noción de identidad, siendo mayoritaria en nuestra mente, siempre está buscando medios externos para distinguir entre "ellos vs nosotros" para reafirmarse, pues es el instinto de supervivencia elevado a un nivel muy alto de sofisticación en nuestro cerebro. Te comparto la revista digital donde trabajo, por si quieres darte la vuelta y leer cosas buenas: quideditorial.blogspot.com/ Un saludo
Pienso que es por la tendencia al pesimismo en la gente en general, aunque en este caso en la sociedad Española en lo particular. Yo mismo al inaugurar mi revista digital tenía artículos más propositivos y positivos, y sin embargo tenía poca pegada. Fue hasta que le dí el giro fatalista, que la gente empezó poco a poco a interesarse más por el contenido de la revista, hasta el grado de que se ha vuelto un pequeño consorcio. No estoy totálmente seguro de porqué se de ese fenómeno de la preferencia por el pesimismo. Me encantó la actitud de tu artículo. Saludos
#1 Un amigo mío Madrileño desgraciadamente se suicidó saltando a las vías del tren. Por eso sostengo que da igual el método, quien se quiere quitar la vida buscará muchas alternativas.
#443 Zendir_El_Magnífico 