Antes de nada, comprender en profundidad los resortes psicológicos que se activan para que personas en principio normales se conviertan en genocidas. No perder de vista la "banalización del Mal" de la que nos habla Hannah Arendt . Los procesos de radicalización son extremadamente complejos. Y después, qué tal hablar de negocios? A nuestro socio comercial Arabia Saudí les vendemos armas y le construimos su tren de alta velocidad. Hasta la última temporada futbolística, el F.C Barcelona jugaba promocionado por Catar, que ya todos sabemos los tejemanejes que se traen. Y qué tal no aceptar dinero saudita para financiar las mezquitas en España? Tener un control exhaustivo sobre los imanes y su tendencias doctrinales . No caer en la islamofobia porque sería un caldo de cultivo abonado para captar a nuevos adeptos para la causa yihadista. Pero claro, todas ellas son soluciones del campo teórico y ahí se quedarán.
#28 Vellichor 