Lo peor es que el artículo está tan mal redactado, que no respeta los más mínimos conceptos del Derecho Penal moderno. Esto vulnera la presunción de inocencia al castigar a un sujeto identificado como "abonado"; es decir, si yo (hijo de quien paga las cuentas en el hogar) descargo contenidos protegidos, la pena caerá sobre el "abonado", pero el abonado no es el autor material de la falta ahí expresada (lo cual vendría a ser un acto expropiatorio del derecho del abonado sobre su suscripción); lo mismo si descargo desde un ciber café o bien desde la universidad. Es decir, además de no respetar la privacidad en materia informática (pues ello obliga a exhibir registros del uso del ancho de banda a las ISP), castiga absurdamente y más encima presupone legalmente la culpabilidad en el sujeto "abonado". O sea, este articulillo puede ser atacado desde varias perspectivas, lo cual deja en evidencia que hoy en día cualquier saco de huevas puede redactar una ley autoritaria y con ribetes fascistas en un Estado que se autodenomina "de Derecho". En fin...
En todo caso, el manejo de tecnologías ha permitido todo. En Chile, sin ir más lejos, el manejo de la franja política (por televisión) permitió en gran medida la expresión opositora que se impuso en el plebiscito de 1988 que sacó a Pinochet del poder. Así que decir que sólo beneficia a unos no es tan preciso; sólo beneficia a quien pueda usarla de mejor manera. En fin, de muy poco rigor intelectual el artículo, casi tanto como los contenidos que critica.
Decir que besarse es un delito es comparar a Chile con los países del Medio Oriente. Más bien parece que los homosexuales se automarginan (como siempre) con sus paranoias y esgrimen su condición sexual como justificación para todo. Es obvio que hay que avanzar en muchas materias, como la unión civil entre parejas gay, pero eso es más bien un asunto tratable desde la traición legal que tenemos, no de un rechazo tajante y actual a esa condición, lo cual pone a los gays en la misma posición (pero de espaldas) que los más acérrimos homófobos.