la idea de ofrecer una ayuda al conductor es bienvenida, siempre y cuando esta tecnología sea asequible. Es inútil hablar de 'seguridad' o 'inovación' si un coche vale 80 mil euros... Además creo que el peligro de utilizar un asistente robot dependa de los otros conductores: si me desmayo y el ordenador corrige mi trayectoria, siempre habrá un abuelo borracho en un Fiat Panda o un poligonero en Seat Ibiza que se salta un ceda o que se come un rojo... Así que es un paliativo, otro intento del grotesco ser humano que intenta lanzarse al futuro. Pero siempre de cuatro ruedas estamos hablando...