La fábula de la hormiguita que se detuvo en un punto de la superficie de un balón de un metro de circunferencia (imagínenlo por favor), y desde allí claramente miró a medio centímetro de ella, una migaja de pan que había olvidado, de casi 2 milímetros de altura, y pensó con mucha seguridad: ¡SIN DUDA ESTE BALÓN ES PLANO!
(Saludo respetuoso a los terraplanistas)
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