#13 Adivino no. Pero sé extrapolar.
Mira las afueras de Londres, París, Berlín, ahí recibieron otro tipo de inmigración, a día de hoy los hijos de los hijos son unos desencantados y aborrecen el mundo donde los han llevado sus padres, incluso llegan a soñar con hacerlo volar todo por los aires culpando a los demás de sus miserias y arrojándose en brazos del integrismo.
Eso no pasó en España con la inmigración interior, que en la segunda generación , completaban carreras universitarias y accedían a trabajos iguales que el resto de la cuidadania, excepto casos de racismo como ocurre aún en algunas zonas de Cataluña con los Charnegos, que deberían hacérselo revisar.
La gran diferencia es que estas familias a día de hoy son unos madrileños más, nose han encerrado en guetos ni aborrecido del lugar donde se instalaron y sus vidas enriquecen a la comunidad. Ahí radica la diferencia.