Al menos uno de ellos es hijo de una adinerada familia llanisca. Se han entregado aconsejados por un abogado no precisamente de oficio y la declaración que les ha preparado no se la cree ni el que asó la manteca. Los otros dos también son niños bien, así que si alguno de ellos pisa la cárcel será por poco tiempo. Las relaciones familiares con el PP asturiano ya se ha encargado de demostrarlas el impresentable de Canteli, votado por los concejales regeneradores de Ciudadanos.