Porque no quieren una democracia, sino un gobierno títere en el paso estratégico de sus oleoductos y los de sus socios Qataries, evidentemente. Y ese es sólo uno de los intereses que han jugado un papel en esta guerra a la hora de originarla y afianzarla, y que en ningún caso nada tienen que ver con el legítimo interés de una gran parte del pueblo sirio de tener más democracia conservando su soberanía y los valores que, en parte gracias al régimen, se han preservado mal que bien hasta ahora.
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