Disparar una pelota de ping-pong a velocidades supersónicas. Me imagino a Sheldon, Leonard, Howard y Koothrappali tramando algo similar en algún episodio.
Esta encantadora señorita debería haber aprendido de la zapatería holandesa que se arruinó por ofrecer 10 € de descuento por cada gol que la selección de Holanda le clavara a la española.
Sospecho que es sólo cuestión de tiempo que no sólo los escenarios, sino los propios actores sean sustituidos por "estrellas" ficticias, pura animación por ordenador. Para la industria del cine todo serán ventajas. Las actrices y actores no tendrán caprichos de divos; no cobrarán cantidades astronómicas; repetirán una y otra vez las tomas hasta ser perfectas; los años no les obligarán a operaciones de estética ni retoques. Harán lo que el director les ordene sin rechistar...
No sé. A medida que lo describo no estoy seguro de que me llegase a gustar ese tipo de cine. Nunca se filmarían escenas como la de Nicholson gritando '¡Here's Johnny!' poniendo cara de puto loco o el '¿You're talking to me?' de Robert de Niro.