"Es demasiado tarde. Tiene toda la sangre infectada; y el cerebro mismo, que algunos consideran como frágil mansión del alma, por las vanas expresiones que deja percibir... presagia el término de la vida mortal, residencia de su inanidad moral. (...) Dejadle, el necio es fiel a sí mismo; mientras la humanidad se retuerce bajo la acción del fuego... solo tengo miedo que muera antes de que lleguemos."
Shakespeare, "La vida y la muerte del Rey Juan" (Adaptado)
#6 Vienen ya enfermitos de casa.
Desde mi perspectiva, es una patología tratable.
Para nosotros, que preferimos ideas, proyectos reales o a lo sumo una imagen futurible de nuestro ser como humanos, nos resulta incluso abyecto y trivial. Pero ellos están convencidos de su abnegación, de su inexplicable serie de prodigiosos hechos insondables. Viene siendo La Fe.
Vaya insensatos, y cuán prósperos resultan...
Son curiosos los dimes y diretes que hay todos estos días con los rescates de los PIGG'S, las calificaciones de Moody’s y el cachondeo ibérico donde parece ser que la mayoría de la clase apalancada en posiciones de poder se niega a cambiar su frenético ritmo de vida y así siguen (casi) todas las administraciones, atando los perros con longaniza... por otro lado, nos llegan noticias del escandaloso tanto por cierto de comida que se tira (o que tiramos), y que en algunos casos puede llegar a un tercio de la producción total ¿estamos locos? ¿es este mundo un ridículo esperpento dirigido por estadistas a imagen y semejanza de los Hermanos Marx?
Son preguntas que salen así, a bote pronto.
Hoy Somalia, Etiopía, el Norte de Kenia y otras zonas del Cuerno de África viven en sus carnes una de las sequías más duras de los últimos años... Y la culpa no es únicamente de la sequía... pero nosotros miramos a las agencias de calificación de deuda... es la recalificación nuestra mayor preocupación, y el techo del déficit, porque si cae, para evitar que ZP y don Mariano, y el resto de los españolitos nos caigamos con todo el equipo, ya se sabe... inyecciones de capital y ayudas paliativas.
Mientras tanto, en el Cuerno de África y en muchos otros países se desencadena una silenciosa guerra. Los precios de ciertos alimentos se han multiplicado en algunos casos por 25 (en comparación con precios de 2003) e influentísimas multinacionales agroalimentarias como Glencore, por ejemplo, hacen el Agosto con la especulación de productos alimenticios de primera necesidad.
Y los niños siguen muriendo de puta hambre.
La lágrima de un niño que pasa hambre pesa más que toda la tierra. Más que todo el oro, más que todos los billetes y los privilegios que acumuláis.
Pero parece que es un peso poco específico