A veces se nos olvida un principio básico: cada uno es libre de hacer con su dinero lo que quiera. Esta mujer bien podía haber dejado su herencia a su perro, si hubiera querido. Pero no, ha escogido seguir colaborando con una buena causa después de morir. Y eso es lo que cuenta. Lo demás son ganas de buscarle tres pies al gato y despotricar por despotricar, que es deporte nacional en este bendito país!
Y esta semana "celebrábamos" que la esperanza de vida ha aumentado en España. Al final habrá que legalizar la eutanasia a petición del personal que está reventada a base de currar y quiere descansar, así sea en la tumba. Qué triste. Aun así... no estoy de acuerdo con esa visión egoísta que impera hoy día.
El sector periodístico es uno de los casos más sangrantes: en redacciones, agencias de relaciones públicas y gabinetes de prensa el 80% de los trabajadores son mujeres. El nº de mandamases femeninas es ridículo, sin embargo. Existe lo que llamamos un "techo de cristal" que hace imposible a las mujeres acceder a estos puestos.
Bien por el juez! A veces la estupidez humana es osada y normalmente cuando hay menores de por medio no tiene límites. Fijo que el chaval pasó un rato estupendo y punto pelota!
No puedo pasar del primero porque me ha dado un tremendo ataque de risa: "Si muero creyendo en Dios, iré al cielo, sino sufriré por siempre en el infierno; por otro lado, si no existe Dios, no tengo nada que perder". Sí, señor, un argumento cargado de razón, jajajaja
Es increíble que alguien se sienta orgulloso de acosar y acorralar a una persona hasta casi el desmayo por ataque de ansiedad. Como decían en Airbag, "profesional, muy profesional".