Cenas de navidad (... y otras cosas para olvidar ...)

Es lunes y seguramente aún tienes una de esas resacas para olvidar. Puede que no recuerdes, cómo llegaste a casa o si le dijiste algo a tu jefe y hoy tu tarjeta de acceso no funciona ... o lo mismo amaneciste ayer Domingo con quien firma tus nóminas ha visto tu colección de barbies en el salón y el martes te pondrá mala cara cuando pidas un aumento porque no llegas a final de mes ... .

Retrocedamos un poco, todo empezó en Octubre, cuando el jefe le dijo a Ligia Elena, de administración que había que ir organizando la cena de navidad.

Menudo marrón, ... buscar sitio chupipandi, fechas, aforo, compañeros indecisos, menús para todos, que a mi no me gusta, que yo no como de esto, pero ¿esa vaca sufrió en su vida?, ... , por no hablar de la persecución a la gente para que se decida por el menú y que además te paguen, para evitar estar al final de la cena contando billetes o con los bizum que no tengo conexión.

¿Y no habrá mejores formas de organizar una comida o cena en un restaurante?

Así que la pobre terminó la noche harta de las protestas de sus compañeros, porque la cena fue un fiasco, hubieran cenado mejor en Burguer Paco ... .

En fin que la encontré apenada en un bar con la mirada perdida y terminamos en mi casa sin dormir, venga a contarme las mil y una movidas de la organización ... . Total que ella no vuelve a organizar un sarao así y yo ya no me acerco a chicas en navidades.