#23 Pues no ha habido casos y casos en la historia criminal que los han pillado con un exceso de confianza o creyendose intocables o creyendose mas listos que la poli...
#6 Pues a los de la fotovoltaica tambien nos han jodido.
Porque ahora si tienes un contrato con compensación mediante el precio medio del PVPC, con la compensación del gas, los excedentes ahora son mas baratos, con lo que ahora hay un combo maravilloso.
Pagas la electricidad más cara (precio de la electricidad + compensación del gas)
Te pagan los excedentes más baratos.
Si encima tienes coche eléctrico y tenias una tarifa de coche eléctrico, pasas de pagar 0.03€kwh en las horas bonificadas, a pagar 0.18€-0.25€ kwh gracias a la bonificación del gas.
Vamos, que ahora tener placas, es menos rentable que hace 3 meses y ni te cuento el coche eléctrico.
Antes cargar un coche con una batería de 60 Kwh te costaba 2€, ahora entre 10 y 15€
Lo que viene siendo incentivar el autoconsumo y luchar contra el cambio climático.
Vosotros mataos a trabajar y a estudiar que ellos ya se encargan de relajarse y disfrutar de la vida y de sus privilegios.
Byung-Chul Han en su libro La sociedad del cansancio
(Resumen de un profesor de Psicología social en París)
El neoliberalismo ha logrado, mediante el acoso de la publicidad, la idealización del lujo y el consumismo compulsivo, que nos convirtamos en esclavos del trabajo, sometiéndonos por propia voluntad a sus intereses. Que seamos nuestros propios verdugos, matándonos a trabajar, literalmente, y que veamos este estilo de vida, asfixiante, ultra competitivo y enfermizo, como algo natural, deseable y positivo. Al final estamos agotados y deprimidos, sometidos al criterio de una supuesta eficiencia. Se reduce al individuo a mero competidor del otro y la vida a la entrega al trabajo y el rendimiento. Esclavo de si mismo. Explotador de sí mismo, sin tiempo para ser libres, sin tiempo de ocio.
El neoliberalismo “ha tomado nuestras mentes” y nos ha convencido que debemos exigirnos lo imposible para complacer a los mercados y ganar dinero sin descanso, nos ha convencido que debemos dar nuestra vida, entregarla trabajando al nuevo dios del beneficio empresarial. El propio individuo se auto exige trabajar y rendir hasta la enfermedad. El trabajador se convierte en su propio explotador. Mientras, ellos, los que hablan de trabajar sin descanso para encontrar la felicidad, pasan los días practicando golf, leyendo, jugando, paseando al perro, descansando con sus familias o tomando vino al borde de la piscina. Es decir, viviendo. Relajándose. El neoliberalismo es para los incautos, para las masas, que poco o nada entienden de sofisticadas estrategias de manipulación mental e ingeniería social. Ellos prefieren vivir a competir sin descanso. El fin es convencer a las masas que pueden ser felices matándose a trabajar, compitiendo entre ellos hasta lo irracional, cuando el verdadero objetivo es, que generen beneficio a cambio de poco dinero y muchas horas de trabajo. Y lo han conseguido.
El neoliberalismo ha logrado que nos sintamos libres mientras nos explotamos a nosotros mismos. Agotados, estresados. Aislando a cada individuo en la obsesión de sus objetivos materiales, para que las clases medias y bajas no se unan y reivindiquen una vida mas digna, mas tranquila, mas libre, mas lúdica, mas justa, mas humana.
La sociedad cansada, la sociedad de esclavos agotados que piensan que han triunfado, que piensan que son libres.
(Resumen de un profesor de Psicología social en París)
El neoliberalismo ha logrado, mediante el acoso de la publicidad, la idealización del lujo y el consumismo compulsivo, que nos convirtamos en esclavos del trabajo, sometiéndonos por propia voluntad a sus intereses. Que seamos nuestros propios verdugos, matándonos a trabajar, literalmente, y que veamos este estilo de vida, asfixiante, ultra competitivo y enfermizo, como algo natural, deseable y positivo. Al final estamos agotados y deprimidos, sometidos al criterio de una supuesta eficiencia. Se reduce al individuo a mero competidor del otro y la vida a la entrega al trabajo y el rendimiento. Esclavo de si mismo. Explotador de sí mismo, sin tiempo para ser libres, sin tiempo de ocio.
El neoliberalismo “ha tomado nuestras mentes” y nos ha convencido que debemos exigirnos lo imposible para complacer a los mercados y ganar dinero sin descanso, nos ha convencido que debemos dar nuestra vida, entregarla trabajando al nuevo dios del beneficio empresarial. El propio individuo se auto exige trabajar y rendir hasta la enfermedad. El trabajador se convierte en su propio explotador. Mientras, ellos, los que hablan de trabajar sin descanso para encontrar la felicidad, pasan los días practicando golf, leyendo, jugando, paseando al perro, descansando con sus familias o tomando vino al borde de la piscina. Es decir, viviendo. Relajándose. El neoliberalismo es para los incautos, para las masas, que poco o nada entienden de sofisticadas estrategias de manipulación mental e ingeniería social. Ellos prefieren vivir a competir sin descanso. El fin es convencer a las masas que pueden ser felices matándose a trabajar, compitiendo entre ellos hasta lo irracional, cuando el verdadero objetivo es, que generen beneficio a cambio de poco dinero y muchas horas de trabajo. Y lo han conseguido.
El neoliberalismo ha logrado que nos sintamos libres mientras nos explotamos a nosotros mismos. Agotados, estresados. Aislando a cada individuo en la obsesión de sus objetivos materiales, para que las clases medias y bajas no se unan y reivindiquen una vida mas digna, mas tranquila, mas libre, mas lúdica, mas justa, mas humana.
La sociedad cansada, la sociedad de esclavos agotados que piensan que han triunfado, que piensan que son libres.
#17 Si, tenemos informes que han ido a la BIT de Policia, de compras por importes de más de mil euros con tarjetas robadas en Canada/EEUU y Sudamerica.
Todas las compras que hemos detectado vienen a traves de salidas de VPN de HideMyAss fundamentalmente (y de Alicante para más señas).
Y los pedidos se entregan en un bar de Alcalá de Guadaira.
Estamos por ir a tomar un café allí.
Es un problemón si tu perfil de cliente es de nivel alto porque no puedes distinguir a primera vista si la tarjeta es robada porque hay clientes que compran aceite por valor de miles de euros.
Como el TPV virtual está en modo no seguro1 (ojo con esta definición, que no es lo que parece) el resultado es que procesas la compra porque la pasta la recibes, envias el pedido, te lo recogen y al cabo de varios meses recibes una notificación del banco, del departamento de fraude y quebrantos, que te retrotráen el importe de la compra porque se trata de una compra fraudulenta.
Y el cliente se queda sin producto, porque lo ha entregado, y sin dinero porque el banco carga la responsabilidad de la verificación de la tarjeta en el vendedor, cuando no te insinuan que estas conchabado con el delincuente.
¡Lo cojonudo es que el vendedor nunca ve nada de la tarjeta, ni la tarjeta física, ni los números!
A eso añadele que tu aceite de gran calidad, exclusivo, se acaba vendiendo en mercadillos como aceite barato.
1Modo no seguro: No te envía un código al móvil cuando haces la compra. 1Modo seguro: Te envía un código al móvil cuando haces la compra. El problema es que no todas las tarjetas lo soportan, cada vez menos, y pierdes ventas por no poder cobrar al cliente. Ya ocurre con menos frecuencia pero ocurre, sobre todo con perfiles de compradores poco tecnológicos, que los hay (personas mayores, por ejemplo)
El primer pueblo conocido que apareció en las costas de la península, especialmente en el Mediterráneo, fue el de los comerciantes Fenicios.
Fenicia es hoy Líbano, árabes, y llegaron en son de paz a comerciar. Vendían sus productos a cambio de otros y de materia prima. No la robaron invadiendo militarmente la península de los conejos.
Los íberos les recibieron y comerciaron con ellos en paz y armonía.
El siguiente pueblo que, este sí, invadió la península militarmente fue el de los Cartagineses, Cartago, Túnez hoy, árabes. Y lo hicieron, principalmente, para llegar a Italia y derrotar al imperio de la época, Roma. No tenían intención de quedarse en la península ni de saquearla, más allá de las necesidades propias de un ejército de paso, que sí, que no fue un plato de gusto, pero la mayoría de lo que necesitaban lo pagaban o intercambiaban (al principio)
Imagináis por qué Aníbal sintió la necesidad de acabar con los romanos?, exacto!, porque los romanos les estaban invadiendo a ellos para acabar con su cultura y quedarse sus riquezas. Consecuencia de ello fue la invasión de la península por Cartago.
A continuación, ¿quién nos visitó?, sí, el imperio romano. Roma quiso tener por la fuerza nuestras riquezas, tierras, mujeres, oro, etc... Tal como actúa el imperio, durante la invasión y latrocinio masacró a la población, la esclavizó, doblegó a los jefes tribales,...
Se quedaron parados los pueblos que habitaban la península?, qué va!, los pueblos se unían y se organizaban en guerrillas contra el invasor.
Con la decadencia del imperio llegaron los pueblos bárbaros: vándalos, alanos, suevos, visigodos,.... Que también invadieron militar y salvajemente la península, en la que se establecieron finalmente, no sin que antes los pueblos de la península lucharán de mil maneras contra ellos.
Allá por el año 711 fuimos invadidos militarmente, otra vez, por otro imperio que… » ver todo el comentario
Cuanta tonteria con lo incomodo que sería usar gimp o cualquier aplicacion de escritorio en una pantalla de 7" ¿Que a un teléfono no se le puede conectar un monitor un teclado y un ratón?