#1 Un solo monumento no llega, menudo trabajo. Se me ha asomado la lagrimilla (solitaria y heroica, eso sí) recordando títulos. Creo que he, cuanto menos, leído un buen número de ellos. No sabía que Miraguano, que es una editorial a la que le tengo mucho cariño, hubiera publicado nunca libros de rol. Nunca te acostarás...
@skaworld los traidores mutantes comunistas te invocan.
PD: no sé si alguna vez he pasado más estrés que en la partida de Paranoia dirigida por el susodicho...¿cuándo está justificado que me ponga a matar colegas?
#12 Creo que la autora, más que nada, le ve las orejas al lobo. Las nuevas generaciones son más digitales, hay nuevos jugadores que no se plantean hacer una ficha con papel y lápiz porque lo puede tener todo en el móvil, los mapas pueden verse en una pantalla o una tablet, etc. Todo eso genera aplicaciones y cosas en que gastar los pecunios, y si añadimos el auge del juego online durante, y tras la pandemia...
Haciendo un cálculo rápido, mi vicio rolemasteriano, teniendo en cuenta que pagué unas 6000 pesetas por los tres manuales, me habrá salido en la locura de...5 pesetas por semana. Incluso si añadimos dados, fotocopias de fichas, y lo que me pudiera gastar en otros juegos, me atrevo a decir que me he gastado mucha, mucha más pasta en coger el bus, y en comprar Coca Cola y patatitas para las partidas, que en ninguno de los implementos necesarios para jugar.
#15 Pues eso es verdad, y me parece un poquito atroz. No porque alguien se gane la vida de master, que no me parece mal en absoluto, sino porque el master "profesional" no está jugando, está trabajando. Se supone que el master tiene que divertirse, porque no es un mono de feria que exista solo para el entretenimiento de los otros jugadores. Creo que cambia totalmente el enfoque del juego, y la dinámica de la mesa. Es verdad que uno de los argumentos que más a menudo he visto que se esgrimen a favor de las partidas remuneradas ya no es la supuesta "excelencia" del master (que yo sepa por ahora no se reparten certificados de cualificación profesional), sino que elimina el problema del absentismo en los jugadores: el que paga es porque quiere jugar, y al parecer no suele haber cancelaciones frecuentes ni de última hora. Tampoco es que haya conseguido formarme una opinión al respecto. Creo que no pagaría por jugar, ya no por el hecho de pagar sino porque se me haría muy extraño.
#16 Roll20, comenzó, como muchas otras cosas, muy tiernamente, con un grupete de universitarios que querían seguir jugando juntos al terminar la uni; montaron la plataforma para ellos y después hicieron un Kickstarter...eso fue en 2012 y a día de hoy tienen unos 10 millones de usuarios. Evidentemente, muchos de estos serán solo usuarios registrados con cuentas gratis, pero el hecho innegable es que el mercado online está creciendo mucho. Y no es la única plataforma.
También hay que tener en cuenta que además se está popularizando jugar con pantalla en lugar de mapas de papel, y me refiero gente que juega junta en mesa. En torno a esto también hay un mercado de plataformas, aplicaciones para hacer mapas (algunas gratuitas, otras de pago, otras en forma de proyectos de estilo patreon), packs de assets y mapas para comprar, y seguramente cosas cuya existencia yo ignore.
Nadie quita que para la autora del artículo jugar al rol sea una experiencia de resistencia, aunque no se puede universalizar. Desde luego puede serlo. Yo creo que jugar al rol, por lo menos para veteranos y habituales, tiene un componente identitario. Vamos, hay gente que juega el rol, y hay jugadores de rol. Y pienso por extensión que hay jugadores de rol cuya filosofía en hacer con poco y permanecer a parte de estas corrientes mercantilistas, por los motivos que sean. Yo como tú, prefiero el teatro de la mente, y he amenazado con hacer mapas en servilletas. Los mapas, la música, son cosas que no necesito. El exceso de ayudas tecnológicas, además, es algo que no quiero porque el atrezzo debe acompañar a la historia, pero la historia no debe depender del atrezzo. A veces hasta me molesta,y deseo decirles "oye, pero déjame imaginar en paz". Y además me imprimo las hojas de personaje editables que haces, mientras agito al cielo mis manitos de ludita.
#13 El autor se lavó elegantemente las manos, diciendo que en realidad es impronunciable por gargantas humanas, pero que lo más cercano sería algo así como un "Khlul-hloo" (escribo de memoria, así que quizá no esté correctamente escrito al 100%), con una pronunciación extremadamente gutural. Pero en su obra hay distintas versiones; con los Mitos escritos por otros autores no estoy familiarizada así que no te podría decir si hay una pronunciación más popular que otra. En el mundo anglosajón en general se le llama "Kazulu" por influencia del juego de rol. Para mí siempre ha sido Chulú, que no tiene nada de gutural, pero es que no hablo Profundo...
#3 Ya, yo entiendo que Wizards se jugaba un poco la marca con estas cosas si ponía en grande "d20" en la portada, y superado el trauma de juego satánico no querrían el de "juego cochino" . Por fortuna el Aquelarre en inglés creo que al final lo publicó Nocturnal Media hace cinco años o así.
No sé cuanto peso tuvo en el cambio de 3.0 a 3.5 más allá de los cambios en la licencia. Lo que sí se tiene por cierto es que el anuncio de la publicación causó cierto pánico en Wizards y cambiaron las guías de publicación y la documentación del STL. A mí me hizo gracia entonces, y aún me la hace, que pusieran aquello de ajustarse a los "estándares de decencia". Esto principalmente referido a sexo y gore (estos de DnD, desde luego...porque me pregunto, ¿los críticos de Rolemaster son gore?). Pero también prohíben referencias explícitas a religiones reales; y esto no sé si tuvo algo que ver con el mencionado libro, que menciona prácticas reales como el Tantrismo.
En mi opinión, más que extravagancia...quizá la extravagancia fue publicarlo. Igual con tus amplios conocimientos de historia rolera ya te sabes el cuento, pero te lo cuento igual por si acaso. Creo que desde el 92 ya circulaba por ahí una guía del estilo (the Ad&d Book of Sex si no me falla la memoria), que pergeñaron en una lista de correo de BITNET.
También, el mismo año que se publicó el Book of Erotic Fantasy se publicó otra guía, aunque para aplicar a sistemas genéricos y no específicamente DnD, Naughty and Dice, que pasó sin pena ni gloria porque no se acompañó de la misma polémica. Se mire por dónde se mire, conseguir que cambien una licencia es un mérito , pero no sé si hubiera alcanzado su fama sin toda la publicidad.
Más allá de eso, no recuerdo haberme leído un suplemento de ese tipo que no me cause vergüenza ajena y cierta grimilla
#13 Lo de bagaje cultural sí que creo que enfoca las cosas de otra manera, y estoy totalmente de acuerdo. Al final haces las historias con lo que llevas en tu mochila vital, sean experiencias, libros, cuentos, relatos, música, paisajes. Y una mesa, a la larga, puede acabar convirtiéndose en su propio microcosmos (muy micro) cultural. Hay una canción que cantaba Mercedes Sosa (no recuerdo el compositor), que dice que "uno vuelve siempre a los viejos sitios dónde amó la vida". Pues creo que es algo así.
#7 Totalmente de acuerdo, aunque la muerte de Abelard de gloriosa nada, puf, más preocupados por limpiar la escena del crimen que por su cruel destino.
Al final la vara del máster, si la saca para decir "cabrones, que se os está pirando la olla", pues hay que respetarla. Y ojo, que cosas como la Fundación de la caldereta también derivan de las complicaciones de jugar en una ambientación histórica, y que no tengamos mucha idea de la misma (yo por lo menos cero). Pues es normal que surja la pregunta...¿y de aquella había/se podía hacer tal cosa? Si al final en eso te doy la razón de que la cultura sí es importante
#6 Claro, lo de los personajes con caducidad asegurada es lo que tienen, te planteas de distinta manera un personaje con el que vas a jugar de forma prolongada que no uno que le queda menos de vida que a ese yogur olvidado en el fondo de la nevera.
Sobre todo la diferencia principal es que si es un one shot o una partida limitada pues intentas encajar el personaje en la partida y nada más, sin grandes esfuerzos ni grandes aspiraciones.
Al final, como todo en la vida, es cuestión de expectativas, no espero marcarme con vosotros una partida de 1000 horas, voy a entretenerme unas horitas cada semana, y muy agradecida por ello.
Tampoco es que me agobie ni me vuelva loca lo de narrar, es más bien que en mi experiencia la gente suele tener cierta predisposición a no decir que la partida no les gusta, o que la partida sí pero algo en particular no. Me canso de decirlo, si alguien me dice empezada la campaña, esto no es para mí, no acaba de gustarme tu estilo, pues oye, tan amigos. No me duele la autoestima, ni hay motivo para ello; yo hago mi mejor esfuerzo, y si la cosa no cuaja, pues no cuaja. También es verdad que hay masters que se creen el pináculo narrativo, y como les digas la menor crítica, o simplemente dejes la campaña porque no es tu rollo, implosionan, así que entiendo que la gente sea prudente. A mí mientras nadie me diga (y me consta que a nadie de esta gentuza se le ocurriría), menuda puta mierda, me vale. Mi técnica es "el que quiera hacer campaña con esto que me lo diga por privado, y el que no, pues no hace falta que diga nada", y por ahora parece que funciona, y la gente se apunta a los one shot, o sea que o se divierten o son masoquistas que te cagas, en cualquiera de los dos casos, todos contentos .
#1#2 Ala, pues os voy a soltar un rollo.
Yo como máster tengo muy, muy poca experiencia, lo que agradezco enormemente porque a mí lo que me gusta es jugar con un personaje un mínimo de 5 años, y hasta que su recorrido vital se agota, y eso es cuando sientes como jugadora que tu personaje ya ha hecho todo lo que tenía que hacer, o llega a un final que tiene sentido y da sentido a su trayectoria. A mí me cuesta mucho ahora, que tenemos una campaña de TIerras Muertas en ciernes, pensar, ¿cómo termina esta campaña, cómo empieza, qué hago? Tengo que pensarlo, claro, porque partimos de supuestos distintos, no es lo mismo vamos a jugar con estos personajes hasta que nos cansemos que "voy a dirigir una campaña para gente que no conozco demasiado y qué en el fondo no sé lo que espera de mí ni de las narraciones". Y como el movimiento se demuestra andando, pues habrá que andar.
Como jugadora de campañas largas (e inconclusas), a mí lo que me fascina es el viaje y todo lo que sacas de él. Por supuesto, hay momentos que quieres que avance la trama, porque quieres SABER, porque hoy quieres ver lo que hay detrás de esa esquina en particular. Pero también es cierto que las sesiones episódicas, que tienen su trama contenida, enlazada o no con la trama principal o que no tienen trama, a veces funcionan como un limpiador de paladar. O sencillamente que hay jugadores (totalmente respetable), que empiezan la partida cuando se sientan en la mesa y la terminan cuándo se levantan, y no quieren (ni tienen por qué hacerlo), tener que recordar sucesos, pistas, interacciones y demás.
Yo como master por supuesto tengo una historia y un escenario hecho, con muchas posibilidades y mucha improvisación, pero a mí la historia no me ata porque para mí narrar es un servicio a la comunidad y no una vocación. No amo a la historia como amo a algunos de mis personajes, la hago para los jugadores, no tengo ningún vínculo con los pnjs. Y eso creo que es lo que distingue a másters muy buenos,… » ver todo el comentario
No se puede pasar de largo de este post sin mencionar una localización perfecta tanto para Aquelarre como para cualquier juego ocultista, el Monte Pindo. www.packing-up-the-pieces.com/hike-monte-pindo-galicia/
Os dejo ese blog porque le he echado un vistazo, y hay pocos viajeros que conozcan o hayan recorrido la ruta por Peñafiel, que es la más agreste y menos practicable. O al menos eran pocos en la era preinternet, ahora no sé. Aparte de las numerosas leyendas que rodean el lugar, durante la Guerra Civil la gente que se echaba al monte en la zona se ocultaba por allí. También, hasta hace pocos años, aparecían de vez en cuando altares santeros y similares en la cima. Si se accede por la parte del interior en lugar de por la costa, ganáis puntos si le preguntáis a los paisanos por el "Pedregal", que es como le dicen por allí.
#1 A ver, no puedo decir que me guste el fútbol y me cuesta un poco ser ecuánime en todo esto, pero de entrada el Deportivo siempre ha campado a sus anchas como le da la gana por el estadio, que no es el estadio del Deportivo sino el de la ciudad porque es de titularidad municipal. O ya no tengo muy claro si es el estadio de la ciudad, porque desde hace unos años ya se llama el estadio Abanca-Riazor. Creo que esto es así desde 2017 o 2018, no estoy segura, pero ya llevaba barajándose varios años ponerle el nombre de un patrocinador, siendo el Deportivo el que iba a embolsarse el dinero del patrocinio en cuanto el Ayuntamiento diera el visto bueno a la operación. Si me preguntas porqué si el estadio es propiedad del ayto. se queda el dinero el Depor, pues no lo sé, cosas de los acuerdos supongo.
Además, hay que tener en cuenta que el estadio no es el campo de fútbol, están también las pistas de atletismo y otrasinstalaciones dónde se realizan otros deportes, incluidos algunos que están cubiertos por los progamas de deporte municipales. Toda la actividad deportiva ha estado supeditada siempre al interés del equipo de fútbol. Ya ha llovido, pero por ejemplo allá por el ¿2007?, el muy aclamado señor Lendoiro (y digo aclamado porque la afición lo adoraba aunque ahora digan que no) se las arregló para hacerse con los bajos del estadio, desplazando, entre otras cosas, la sala de esgrima. La sala en principio ya no era la leche, seis pistas de esgrima, dos vestuarios pequeñitos, una sala pequeñita para material, y un frío de la hostia; pero la cuestión es que se quedó los bajos porque los "necesitaba" para actividades relacionadas con el club de fútbol, y la sala de esgrima pasó a un recinto todavía más pequeño, tres pistas de nada, durante casi dos años que fue lo que tardó en mudarse a las instalaciones, más modernas, de la Casa del Agua (que son cosa de Emalcsa, la empresa de Aguas Municipales). QUe el cambio fue para bien, sí, pero la cuestión es que los… » ver todo el comentario
Qué interesante, así como siempre he tenido la idea de que en Francia se han producido juegos que son auténticas joyitas, nunca he tenido Italia en el punto de mira.
#2 Para mí las mecánicas tienen sentido en cuanto que ayudan a expresar la narración. Las subidas de nivel tienen mucho sentido en D&D, con la adquisición de habilidades nuevas y capacidades diferentes que le dan mucho color al personaje, pero en Cthulhu no tiene mucho sentido que seas investigador pero hago multiclase a marinero porque estoy buscando unas ruinas sumergidas y ando todo el día en un barco. ¿O sí lo tiene?
#1 Yo repito mi mantra: un juego de rol es un medio narrativo colaborativo expresado con ayuda de un conjunto de reglas; y a partir de ahí ya se puede discutir mucho lo que constituye una narración o no. Para mí es imprescindible la evolucón de los personajes (el viaje del héroe, o del antihéroe si se tercia), la interactividad entre el jugador y el máster, entre los jugadores como grupo y el máster, y viceversa, y el hecho de que nadie tiene al 100% el control de dicha narración. Braunstein, que es interesantísimo por derecho propio, es más bien, al menos para mí, una suerte de "protorrol". Pero como siempre digo, que cada mesa juegue como más le guste, que somos roleros, no predicadores.