Ya lo decía Eduardo Mendoza: Mire, padre, la gente no quema iglesias y conventos sin ton ni son. Nunca han quemado una taberna, un hospital ni una plaza de toros. Si en toda España el pueblo elige quemar iglesias, con lo que cuestan de prender, por algo será.
Se diría que han ido a la conferencia sólo para poder levantarse y salir indignados. Salvo el que se queda grabando la salida para poder subirlo a twitter, claro.
Hubiera estado bien que se quedasen hasta el final para plantear alguna pregunta oportuna o alguna réplica adecuada, pero para eso hace falta cierta capacidad de pensamiento crítico.
Éste, dhc. Marhuenda, comisario. Tertsch tocándose los huevos a tiro de piedra de Puigdemont.
Y en cambio, a Inda y Negre, con todo lo que se esfuerza, ni un mísero hueso.
Y es que siempre hubo perros y perros...
Quiso hacer el experimento de un año, pero a los diez meses se cansó de ser pobre y lo dejó. Es lo que tiene ser pobre: que se deja cuando quiere.
Su siguiente experimento va a ser hacer acrobacias sin red. Eso sí, con una colchoneta de emergencias extragrande. Que una cosa no quita la otra.
#1 Teniendo en cuenta lo quietos que tenían que quedarse en los daguerrotipos, puede que ni estuviera vivo cuando hicieron la foto, diga lo que diga el artículo.
#118 Seguro que el vejete tenía cataratas y por eso no vio el letrero luminoso que el delincuente multireincidente llevaba para indicar que no pensaba hacerle ningún daño. O eso, o le falló la telepatía.