#77 Sí, Julio Camba sugería esto mismo que dices. 'La casa de Lúculo', siendo uno de los primeros tratados gastronómicos españoles modernos, acertó con esto.
#41 Lo cual es absolutamente cierto. La tecnología actual permite que un solo periodista trabaje por tres antes de la popularización de internet. En remoto, tras salir a la calle (que falta les hace a algunos), volvemos a nuestras casas y escribimos, maquetamos, editamos nuestros vídeos y nuestras fotografías, damos la cara por nuestras cabeceras. Es un trabajo estupendo, si te gusta no aburrirte. Sobre los sueldos, me ciño al viejo proverbio profesional: "El periodista come caviar para llevar lentejas a casa".
#4 Pues es cierto. Dejé Madrid hace nueve años y, cada vez que vuelvo -sobre todo en este el último lustro- no logro explicarme el porqué de la deriva de una ciudad que siento encabronada, difícil y, esto es lo peor, muy poco acogedora con el de fuera. Claro que he recalado en Andalucía y lo cosa no es que sea mejor, pero lo de Madrid es desolador. Más allá de lo político, siento la amputación de su mejor valor. En Madrid te preguntaban de dónde eres y lo celebraban. Madrid parece un pueblo de la Costa del Sol en los sesenta. Cosmopolita, pero muy cateto. Están disolviendo los barrios, el sentido de comunidad, como muy bien sabía Thatcher. Eso es lo peor. Los amigos que quedaron se sienten náufragos en una ciudad por la que hace diez años, en plena crisis, todavía vivían con modesta holgura. Nunca he sabido lo que es el madrileñismo, pero he leído toda la buena literatura que se ha escrito sobre ella. "No es esto, no esto", digo por parodiar a Ortega. Me produce una honda pena lo que está ocurriendo allí.
Me lo encuentro mucho por Estepona y Marbella, donde su padre, Javier García, es teniente de alcalde. Cuando Elías Bendodo baja los fines de semana de Madrid a Málaga, no es raro verle en esas ruedas de prensa. Ningún compañero lo saluda. Es una compañía vergonzante.
¿Es que nadie se acuerda de Great Gurianos? (en otros pagos, Gladiator), de Taito. El Wonder Boy fue mi favorito antes de que saliese la versión VS. de Super Mario Bros en recreativas, años antes de que se desembarcara la NES en España. El Pitfall II (la primera parte creo que solo salió en la Atari 2600) aún me parece un juego lleno de misterio. Lo malo de los emuladores es que no evocan la atmósfera de la época, el "curtido macarrismo" de los locales, con el manco que te daba cambio y el anormal que te preguntaba: ¿Quieres que te lo pase?. Del Altered Beast no me gustaba esa patada baja y un poco floja, aunque gráficamente Sega se sacó la chorra. Qué suerte vivir todo aquello. Luego, ya en casa, a lamentarse con los ports de Amstrad y Spectrum.
Juan Manuel de Prada es un verso suelto dentro de ABC, Católico y conservador, se ha definido como antiliberal -en lo económico- y abiertamente pro palestino. Nada como leer con atención y cautela la prensa, más allá de las apetencias ideológicas de cada uno. En la época en que Luis María Ansón lo dirigía, que fue quien lo fichó, era habitual que las terceras del ABC estuvieran firmadas por personas de todo el espectro ideológico.