#23 Me uno a tu predicación por el desierto.
Las personas somos seres racionales, y como tal tratamos de tomar decisiones sensatas. Voy a intentar súper simplificar esta historia en 5 pasos:
1. Los bancos centrales fijan a su antojo tipos de interés ficticios e irreales y la masa monetaria y la deuda de los países no paran de aumentar penalizando los ahorros en efectivo a la vez que se "regalan" hipotecas. >> Consecuencia: las personas tratan de proteger su dinero ahorrado (expuesto a la inlación y sin dar rédito del banco), para comprar vivienda (o ponerlo en renta variable que se dispara también a máximos históricos).
2. La demanda de vivienda sube pero no la oferta (muy regulada por los PGOU) >> Consecuencia: aumento de precios de la vivienda.
3. Para evitar las quejas de los arrendatarios los políticos deciden desproteger legalmente al arrendador (que arriesga un patrimonio importante por un porcentaje anual neto entorno o por debajo del 5%) frente al arrendatario y se regulan precios de los alquileres >> Consecuencia: ¡sorpresa! Al igual que en todos las veces anteriores que se ha hecho algo similar el alquiler a particulares pierde atractivo (y no baja de precio).
4. Los propietarios buscan nuevas vías para proteger su patrimonio (ej: alquiler turístico) >>Consecuencia: baja la oferta de alquiler residencial y por tanto los precios de los alquileres siguen aumentando.
5. Nos llevamos las manos a la cabeza y empezamos a culpar a la turbo derecha, al capitalismo salvaje y a los fondos de inversión y buitres (sin ni siquiera conocer como funcionan) y seguimos pidiendo más regulaciones que no hacen más que seguir enmarañando el mercado inmobiliario.
Estamos ante el enésimo ejemplo del verdadero impacto de las subvenciones y del colectivismo, y no aprendemos. Por poner un ejemplo, en la Alemania Oriental el pan era un alimento básico subvencionado que se vendía por debajo incluso del coste de sus materias primas. Esto llevo a trampas como que los ganaderos lo comprasen para alimentar a sus cerdos.
La economía, muchas veces, es contraintuitiva y debe ser valorada por sus resultados y no por sus intenciones.
Este caso es todavía más gravoso porque atentaba contra el principio de distribución de la riqueza: solo las rentas más altas pueden acceder actualmente a un coche eléctrico.
PD: por crear un ambiente de entendimiento y diálogo. No soy ni rico, ni empresario/autónomo, ni mato gatitos por diversión. Sólo soy un ciudadano normal que, como la mayoría, quiere que nuestra sociedad vaya mejorando poco a poco.
Las personas somos seres racionales, y como tal tratamos de tomar decisiones sensatas. Voy a intentar súper simplificar esta historia en 5 pasos:
1. Los bancos centrales fijan a su antojo tipos de interés ficticios e irreales y la masa monetaria y la deuda de los países no paran de aumentar penalizando los ahorros en efectivo a la vez que se "regalan" hipotecas. >> Consecuencia: las personas tratan de proteger su dinero ahorrado (expuesto a la inlación y sin dar rédito del banco), para comprar vivienda (o ponerlo en renta variable que se dispara también a máximos históricos).
2. La demanda de vivienda sube pero no la oferta (muy regulada por los PGOU) >> Consecuencia: aumento de precios de la vivienda.
3. Para evitar las quejas de los arrendatarios los políticos deciden desproteger legalmente al arrendador (que arriesga un patrimonio importante por un porcentaje anual neto entorno o por debajo del 5%) frente al arrendatario y se regulan precios de los alquileres >> Consecuencia: ¡sorpresa! Al igual que en todos las veces anteriores que se ha hecho algo similar el alquiler a particulares pierde atractivo (y no baja de precio).
4. Los propietarios buscan nuevas vías para proteger su patrimonio (ej: alquiler turístico) >>Consecuencia: baja la oferta de alquiler residencial y por tanto los precios de los alquileres siguen aumentando.
5. Nos llevamos las manos a la cabeza y empezamos a culpar a la turbo derecha, al capitalismo salvaje y a los fondos de inversión y buitres (sin ni siquiera conocer como funcionan) y seguimos pidiendo más regulaciones que no hacen más que seguir enmarañando el mercado inmobiliario.