Nos ha mentido Cecilia Malmström, la Comisaria de Comercio en la Comisión Europea, cuando afirmaba que este acuerdo no iba a suponer una rebaja de los estándares ambientales en la UE. Nos ha mentido Ignacio García Bercero, el Jefe de la delegación de la Unión Europea en las negociaciones del TTIP, cuando quería tranquilizarnos con frases del tipo “En el TTIP no aceptaremos nada que perjudique a los ciudadanos europeos”. Nos ha mentido el gobierno español y la CEOE cuando nos ha querido vender que este acuerdo es bueno para la ciudadanía.
Nos mienten, se ríen de nosotros, nos toman por tontos. Pero ahora los ciudadanos europeos y de los estados unidos conocen quienes y como quieren atropellar nuestros derechos y nuestra democracia.
Está claro que para esta gente solo somos mercancía y además de la barata.