Las familias de las víctimas expresan los sentimientos vividos en el valle y muestran su “agradecimiento” por los trabajos de exhumación. “Es una cosa impresionante”, narra Aretxabaleta: “cajas rotas, desechas, huesos…”. “Un amasijo de restos que a mí personalmente me impresionó muchísimo.
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Eh, asi dicen los fachillas que no hay que remover el pasado, no sea que se averigue de donde vienen todas esas casas y tierras de su abuelo.
Como se dice, con una mano alante y otra atrás.
Franquistas: Asesinos y ladrones.
elpais.com/elpais/2018/07/11/album/1531298343_234034.html?prm=ep-app-c
Digno de Friker Jiménez. Y encima vascos, si fueran muertos normales al menos, pero son familiares de vascos, asombroso.