Pillemos medio gramo

Cuando tenía 16 años, mi profesor de filosofía llevó a clase una campaña a favor del consumo de la cocaína hecha por el programa Saturday Night Club. Nos explicó que la campaña gráfica, un fake publicado en revistas satíricas, recibió múltiples críticas en EEUU porque la protagonizaba un joven negro y alimentaba los estereotipos raciales.

La polémica fue tal, que el hecho de que la gráfica promoviese el consumo de droga pasó a un 2º plano y el debate mediático y social acabó centrándose en el racismo consustancial a la pretendida broma.

La cagada monumental de Dorsia me ha hecho recordar ese fake extraordinario y varios pensamientos se han agolpado en mi mente:

1) En España aumentaron un 215% las operaciones estéticas en los últimos 8 años y muy especialmente en las chicas menores de 25 años. Me pregunto si Dorsia perderá muchas clientes potenciales por esta campaña. Permitidme que lo ponga en duda.

2) La publicidad persigue la venta. Si una campaña es ética, lo es por reputación, no por bondad. Jamás verás al departamento de marketing hacer algo bueno bajo la premisa "lo que haga la mano derecha que no lo sepa la izquierda".

3) El feminismo, por pura definición, como cualquier otra lucha por la igualdad, no tiene cabida en el capitalismo. Eso no implica dejar de luchar, solo faltaba, pero es importante que nadie pierda de vista este factor, porque podemos creer que las cosas pequeñas son muy importantes y olvidar las más grandes.

4) Pensar que el buen branding (la marca "honesta") es un buen método para luchar por la igualdad, es como creer que si quitamos al negro, la campaña pro-cocaína es aceptable. El branding ético no existe porque la ética que busca un beneficio no es ética, es pura reputación. La responsabilidad no es tal cuando la ejerces por ley o, en este caso, por la presión mediática.

¿Significa esto que retirar esta campaña está mal? En absoluto. Significa, por si no ha quedado claro, que el objetivo de la lucha por la igualdad, sea sexual, de razas, identitaria...no es que se retire una campaña, sino que uno pueda entrar a un link sobre la campaña de Dorsia y no se encuentre con que haya una enorme cantidad de gente que no entienda por qué esa campaña es misógina. Significa que uno llegue a una agencia y al sentarse a pensar sobre algo así haya un clamor que haga entender que plantear semejante mierda es algo medieval. Significa entender lo gravísimo que es percibir que los colectivos y gran parte del feminismo no se han dado cuenta de que el problema no es la campaña, sino lo que se está vendiendo.

Cuando Saturday Night Live se vio obligada a retirar la campaña pro-droga por la presión mediática, Chris Rock afirmó: "bueno, el negro ya no está, pillemos medio gramo".

Que existan organizaciones que luchen contra estas campañas burdas es esencial como también lo es entender que, estos meses, miles de post-adolescentes seguirán yendo a operarse las tetas para el verano aunque ayer, una influencer con 3 kilos de bótox en cada mejilla y centenares de miles de seguidores, subiese una storie afirmando que la campaña de Dorsia es una vergüenza para la mujer.