El Parlamento de Georgia aprobó hoy la ley "sobre transparencia de actividad de agentes extranjeros", pese al rechazo de miles de manifestantes, oposición y representantes de países occidentales: la comparan con una norma rusa que se aplica para silenciar la disidencia política. Todas las organizaciones no gubernamentales y medios que reciban más del 20% de su presupuesto de otros países tienen la obligación de registrarse anualmente como agentes de influencia extranjera. La UE considera que puede ser un impedimento en su candidura de adhesión.

Al menos 63 personas fueron detenidas en la noche del martes en Tbilisi, capital de Georgia, durante una nueva jornada de multitudinarias protestas en el país contra la llamada “ley de agentes extranjeros” [...] polémico texto que el actual Gobierno del partido populista Sueño Georgiano ya renunció a aprobar el año pasado tras las inmensas movilizaciones en su contra [...] Los opositores denuncian que la ley promovida por el Gobierno es una copia de la normativa que se emplea en Rusia para reprimir a la disidencia.

Un agente de la Ertzaintza de paisano fue identificado por sus compañeros uniformados en incidentes que siguieron a una manifestación ultraderechista contra el Gobierno de Pedro Sánchez, según ha reconocido el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, a raíz de una pregunta realizada por el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga. En su escrito remitido al Gobierno, Julen Arzuaga detallaba que el pasado 12 de noviembre se realizaron movilizaciones de la extrema derecha en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en contra del Gobierno español. El parlamentario

Victor Ostrovsky es un ex miembro del Mossad, el equivalente israelí de la CIA. Su explosivo libro sobre el Mossad, "A modo de engaño", fue un éxito de ventas del New York Times. Su segundo libro, "El otro lado del engaño: un agente rebelde expone la agenda secreta del Mossad", fue entonces silenciado por todos los medios estadounidenses. "Sé lo que hacen porque solía pedirles que lo hicieran. Cuando estaba en el Mossad y teníamos un tipo que nos causaba problemas [...] me avergüenza como judío decirte eso. Pero ese es el hecho y está mal".

John Kiriakou es autor, periodista y ex agente de la CIA especializado en Oriente Próximo. Fue el primer funcionario del gobierno estadounidense en confirmar, en diciembre de 2007, que el submarino y otras formas de tortura se utilizaban para interrogar a prisioneros capturados en el extranjero. También fue el primer oficial de la CIA condenado por pasar información clasificada a un periodista y cumplió una pena de 30 meses de prisión.