En julio de 2022, en la selva del estado brasileño de Rondônia, un hombre de 60 años se instaló en una hamaca dentro de su pequeña choza. Colocó sobre su cuerpo plumas de guacamaya, y murió. Al igual que una cultura que nunca conoceremos.
En Guadalaviar (Teruel) están acostumbrados a los rigores de una climatología de montaña. Rosa y Primitiva se dispusieron un día del año 2001 a proveer su despensa, de cara al invierno, elaborando los chorizos de forma artesanal con el mejor magro del cerdo sacrificado en la matanza.