Cultura y divulgación
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Napoleón, el hombre al que se le quedó pequeño el mundo

Desde la cima del monte Orello, con sus poco más de 350 metros, Napoleón podía divisar con claridad los distintos territorios que rodeaban la isla de Elba. Al norte, la costa de Liguria; al oeste, su Córcega natal, casi cuarenta veces más grande; debajo de ésta, Cerdeña, aún más extensa; y en el horizonte, hacia el sur, aún se podía atisbar el extremo occidental de la isla de Sicilia. Tras unos minutos observando en silencio, Napoleón sonrió y agitó la cabeza antes de comentar con cierto desdén “¡bah! ¡mi isla es muy pequeña!”.

| etiquetas: napoleón , bonaparte , historia , francia , corcega

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