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El auge del ‘cottagecore’, la tendencia nostálgica que idealiza la vida rural

Desde la pandemia, hemos sido testigos del ascenso de una tendencia estética que ha cautivado a las redes sociales. Esta corriente, conocida como cottagecore, se centra en una visión romántica de la vida rural, evocando imágenes de casas de campo, vestidos vaporosos, pícnics y actividades tradicionales como la recolección de flores y la elaboración de pan casero. Pero ¿qué hay detrás de esta idealización de la vida campestre? ¿Es solo una moda pasajera o refleja anhelos más profundos de nuestra sociedad?

| etiquetas: vida rural , cottagecore , estilo de vida
El campo está muy bien para ir de vez en cuando, pero vivir de él no es ninguna broma, olvídate de todo lo que sea no trabajar todo el puto año, del 1 de Enero al 31 de diciembre, sobre todo si es ganado, porque los animales no tienen días libres.
Otra cosa es que tengas algo que sea de temporada y te de para pasar el resto del año de forma más o menos tranquila, como vivir de pinos y cosas así (digo pinos porque es lo que conozco).
Yo me lo planteo miles de veces, incluso con los contras, pero en realidad es por mandar a tomar por culo este mundo estúpido sustentado en una escalada tecnológica que roza el absurdo.
#1 La gente no quiere la vida en el campo. La gente quiere la vida de la ciudad con sus comodidades pero en el entorno rural.

No quieren segar prados, coger el coche para ir hasta por el pan, si estas en el norte en invierno estar encerrado en casa por el frio y la lluvia días y días, etc...

Lo que quieren es Chalets a 10 km de la ciudad.
#3 vivir en el campo pero no del campo.
Aunque lo del coche... depende del pueblo, si no hay ni panadería a ese pueblo le quedan dos días... los pueblos así son más almacén de máquinas para cuando toca trabajar que de vida (el originario de mi abuelo paterno es así, no vive ni el cura)
#3 y doy fe que se puede, no a 10kms pero si a 35, que es la distancia de bcn a la que nosotros nos mudamos.

No lo cambio, aunque los dias que no teletrabajo supongan dos horas de coche

Vives tranquilo, sano, con espacio.... Nada que ver.

Tiene un precio eso si.

Coche para todo (el tte publico es inexistente)
#6 Yo llevo 20 años viviendo en el pueblo a 10 km de Gijón y no teletrabajo. Y tengo que segar la hierba, y he aprendido algo de albañilería, carpintería, electricidad y fontanería, y pongo una pequeña huerta, etc... Y cuando no tienes una obra te inventas una para mejorar o arreglar algo. Y no. No lo cambio.

Pero no tienes servicios, Si tienes críos hay que llevarlos al colegio, al medico y a reunirse con sus amigos, etc...

Pero no es lo habitual que esta dispuesta a hacer la gente. La gente quiere su casa al lado de la ciudad y no tener que hacer nada. Y para eso hay que tener dinero para pagar a otros que lo hagan por ti.
#8 efectivamente, por eso el pueblo no es para todo el mundo.
Muchos exiliados post covid volveran a las urbes si pueden permitirselo mas temprano que tarde... Al tiempo

Yo me fui hace ya casi 7 años, como bien dices he aprendido albañileria, jardineria, fontaneria, electricidad, carpinteria.... Pero la satisfaccion obtenida es mucho mas gratificante que el coste en tiempo.
Sin leer el artículo, el tema pastoril, la vuelta a la naturaleza, a una vida sencilla lejos del ajetreo de la urbe, está de moda desde tiempos de los romanos y de antes también; ahora me lo leo.

Y lo que me imaginaba, lo mismo que hace milenios, eso si, cuando cantan los gallos, se pasean las vacas con sus cencerros y el trabajar un día de perros estando jodido es lo que le hace bien atractivo... :troll:
#2 eso venía a decir. Los hobbits de el señor de los anillos son cottagecore de Tolkien puro y duro.
Mi amigo el agricultor, en el pueblo de Guadalajara de 6 habitantes, se cayó de la pala hace un mes, en su nave, y se estrelló contra el cemento. No había nadie para ayudarle, así que se tapó la cara con un trapo (sangraba como un gorrino, me contaba), esperó a reponerse un poco, y se fue conduciendo en el coche hasta el centro de salud, unos 20 km. Al día siguiente, al tractor otra vez, hecho un ecce homo y contándonos entre risas la hostia que se pegó. Eso es vivir en el campo.
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