Poema - "Lamento de la mujer herida"

Abriste la cancela del jardín

sin pensar en los lobos de la noche,

segura como estabas

de tener a los dioses de tu parte.

Lanzaron hombres blancos aquel día

licores y bravatas en tu nombre.

El fotógrafo alzó

como un golpe de mar su veredicto,

el cura sonreía

apoyadas las manos sobre el vientre.

¿Por qué nadie avisó de la mentira?

¿Por qué no dijo nadie

que el jardín no era más que un tronco huero

salpicado con flores dolorosas

del color de la sangre y de las lilas?

Sigue inerte la foto en la repisa

proyectando racimos de luz sucia

a todas las esquinas del salón.

Los niños ya se han ido y te preguntas

¿qué cosa es el amor?

Sin fuerzas para huir ni abandonarte.

Alejandro Pedregosa, del libro "En la inútil frontera"