El lebrillo se construye típicamente con barro, y se utiliza para el lavado de ropa y el aseo personal, aunque en algunas zonas se emplea también como recipiente de cocina para usos culinarios. A veces se decora con colores y una gran variedad de motivos, lo cual le da valor añadido y un toque de distinción. Hay quien defiende que deriva el latín labrellum (vasija), De origen incierto sin embargo, Juan Corominas Vigneaux, (1905-1997) filólogo español autor del Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico, nos indica que es un arabismo (visto @
www.meneame.net/notame/2752330)