En realidad caray no es más que el resultado final de la catalanización del término carajo. Inicialmente se decía en la forma ‘carall’ y con el tiempo se modificó a ‘carai’ e incluso podemos encontrarlo en la forma ‘carat’. Estos tres términos están recogidos por los diferentes diccionarios de la lengua catalana dándoles como acepción a todos ellos el de ‘interjección y eufemismo de carajo’.